Diego, el protagonista de la novela, es un adolescente de la pequeña burguesía provinciana, inconforme, inquieto, que pronto inserta su vida en los avatares de la historia del Perú de los años sesenta y setenta. En el camino, descubre las contrariedades y recompensas del amor, y enfrenta las dificultades que surgen del descubrimiento de una identidad que conmueves su existencia. Al mismo tiempo, inicia un exilio interior que lo lleva a confrontar las contradicciones que el país no ha logrado superar a los largo de su vida republicana. Desde esa realidad desarrolla una particular visión del mundo que generará puntos de vista contradictorios en los lectores.