Camila y Lucas descubren la felicidad de dar al lado de Francisco Solano. Con el "Taumaturgo de Andalucía" se convirtieron en voluntarios y atendieron a enfermos, incluso al propio santo cuando padeció la peste de mediados del siglo XVI. Acompañaron el viaje constante que fue la vida de su nuevo amigo - entre tormentas, naufragios y terremotos- y presenciaron sus presagios y milagros en diferentes ciudades de España hasta llegar al Perú, siempre con su música y su prédica llena de esperanza y fe. Valores: Humildad, generosidad, fe, oración, gratitud y alegría.