Cuando se inicia la vida militar se jura por Dios, la institución militar y la patria, pero que pasa si este juramento, que es la puerta de ingreso a la institución benemérita, se olvida o no se cumple, convirtiéndose en la vorágine de un país que como huracán lo devora todo o, tal vez, en la imagen de una apocalíptica nación que se fanguea en los tentáculos del narcotráfico sin importar las lealtades, la moralidad o la verdad porque es una ventosa que todo lo mancha. A pesar de esto, el guerrero sigue avanzando para cambiar este aciago destino pero choca contra una aspiradora que se lleva los sueños, las amistades y acaba con lo más valioso: la vida. Amigo lector lo invitamos a desafiar esta penumbra y penetrar esta delgada línea donde la muerte llega de un solo soplo y la vida es un pretexto para alentar la esperanza en este mundo sombrío donde todo parece oscurecerse. (370)