El texto recoge los testimonios vivos de mujeres, esposas de mineros, que junto a sus compañeros llegan a Lima en Marcha de sacrificio, para exigir una solución al conflicto laboral generado por los patrones de la minera. En esta lucha demostraron al mundo su verdadera imagen de mujeres activas, valientes y llenas de esperanza en la solidaridad para conseguir justicia. A través de sus vivencias y reflexiones, nos muestran que la solidaridad, la iniciativa y la organización son la base para “re-crear” la vida. Que esta re-creación no es posible si no se cuestiona las formas tradicionales de opresión, desde sus formas más generales hasta las más sutiles que se dan en la vida cotidiana.