En La Independencia del Perú José Agustín de la Puente Candamo estudia la faz interior del proceso emancipador, interesado en comunicar el mundo subjetivo, incluso íntimo, de aquella época de cambios extremos. El resultado singular es una historia de los conceptos tanto como de las emociones, y de las grandes gestas lo mismo que de la odisea privada de los hombres. Ajustado a esos propósitos, el libro atrae para sí varios géneros. Compone, por un lado, un inventario de costumbres, un panorama administrativo-jurídico y un repaso de la producción local de conocimiento, sin descuidar, por el otro, representar la crónica de una batalla ideológica, una cronología de sucesos y asimismo un retrato psicológico de sus protagonistas, entre los que debe contarse el rostro anónimo de la comunidad. Se trata, en consecuencia, de un acercamiento múltiple que hace posible describir un mundo envuelto en un trastorno general de las pasiones y transmitir el hálito cercano a la zozobra y la esperanza en que se ven sumido sus actores.   (450)