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DE EDITORIALES

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Editorial Recreo y su contribución a la promoción de la lectura
Editorial Recreo y su contribución a la promoción de la lectura

Entrevista a Javier Arévalo
Por Virginia Vilchez
Lima, mayo 2008
 

El escritor, periodista, Javier Arévalo, ha convertido a su Proyecto Recreo en una institución básicamente promotora de la lectura. Promovió y diseñó el Plan Lector Nacional que, desde agosto de 2006, ha impuesto una meta de lectura a alumnos y maestros de 1 libro por mes. Según nos cuenta, su estrategia es llevar a los colegios libros a precios populares y trabajar con los padres de familia, por cuanto depende de ellos que el niño acceda al libro. A los profesores los invitan a jugar con los niños a leer. “Los niños que juegan a leer empiezan a ser más competentes en ese juego”, señala. Acaba de publicar el Informe ReCreo, 9 errores fatales que comete la escuela peruana y cómo los remontamos para formar capital humano”

-¿Cómo te iniciaste en la labor editorial. Tengo entendido que tú editaste tu primer libro?
Mi primer libro de cuentos fue editado con el auspicio de Concytec cuando tenía 23 años. Mi segundo libro fue publicado por Peisa y mi tercer libro, sí fue editado por mí, con la idea de que aplicando algunas técnicas muy elementales podía acercarme a los lectores, cosa que no ocurrió. Creé un sello que se llamó Signo tres y publicamos seis libros. El último fue Maldito amor mío y esa fue mi experiencia editorial. Nunca me había propuesto ser editor, salvo con Signo tres. Cuando quebré, me dediqué otra vez ha hacer periodismo, a editar revistas.

-No conocía tu experiencia con Signo tres
Publiqué mi libro Instrucciones para atrapar un ángel y vendí como 1500 ejemplares en dos meses, de muchas formas: de mano a mano, haciendo presentaciones, hablando con amigos. Gané un montón, lo suficiente para comprar un mini departamento. Cuando inviertes en un libro tuyo y lo vendes mano a mano, ganas bastante. Yo gané para hacerme ese mini departamento. Porque si un libro te cuesta 1.50 soles y lo vendes a 25 soles, y tienes que pagar punto de venta, ni tienes que pagar derechos de autor porque el autor eres tú, todo te lo embolsicas.

-¿No te parece mucho el margen de utilidad?
En realidad no, porque en ese 1.50 no estoy considerando mi trabajo, el diseño de la carátula, la distribución, el transporte, etc. Fue un trabajo muy artesanal y muy chicha. Los costos de una editorial son mucho más altos, porque tiene personal, luz, agua, impuestos. Yo era un editor chicha que sacó un libro, pero luego saqué otro y otro y quebré en el penúltimo, precisamente por no manejarme empresarialmente. Con el Proyecto Recreo tengo un manejo más técnico de todo.

-¿Pero cuéntanos por qué quiebra Signo tres?
Porque luego de sacar Soy una rubia al pomo ¡y qué! de Beatriz Ontaneda que vendimos bien, sacamos otro que no vendió nada. Solo un ejemplar se vendió en librería y no se vendió nada más, ni la autora vendió los libros. Esa experiencia me golpeó porque invertimos dinero. Además, yo había salido de El Comercio. Los fondos invertidos me quitaron capital. Y el capital que había formado lo metí a mi departamento y me quedé sin dinero, así que empecé a trabajar en otras cosas. Un solo libro mató a una editorial porque se consumió el capital de trabajo.

-¿Y cuándo te inicias con el Proyecto Recreo?
El 2006 generé con diversas estrategias el Plan Lector Nacional. En mi estrategia de promoción del Plan Lector, mi trabajo como ciudadano responsable, incluí visitar editoriales para decirles que debían generar planes lectores a bajo costo para una población que no esta acostumbrada comprar libros. Así es cómo Aníbal Paredes, gerente de San Marcos, me propone que yo dirija un Plan Lector, que lo diseñe, es decir, que cree los libros que los niños deberían leer en la escuela. Tenía plazo de un mes. Convoqué a los autores, haciendo memoria de los libros peruanos que, en mi opinión, los adolescentes deberían leer e invitando a los autores a que me recomienden libros que seguramente un chico, un adolescente podría gozar, debían ser libros breves, graciosos, polémicos. En un mes armamos el Plan Lector; en dos meses publicamos 28 títulos. Trabajaron más de 30 artistas plásticos, diseñadores. Fue un trabajo alucinante y bonito. Aníbal los imprimió uno tras otro. Recién este año salió el libro 29 y dentro de un mes saldrá el libro 30. Entonces, tengo una alianza con San Marcos con este catálogo. Pronto podríamos tener alianzas con otras editoriales, porque cómo puedes darte cuenta, no somos una editorial, lo que ganamos lo invertimos en nuestros promotores y en las campañas de promoción de la lectura.

-¿Qué papel cumple la Editorial San Marcos?
Ellos financian la impresión de los libros, manejan el stock, y sus vendedores venden los libros como cualquier otra editorial. Por nuestra parte, nosotros manejamos la Escuela de desarrollo, que es el objetivo de Recreo. Hasta hace poco, yo no me reconocía como editor. Decía: yo dirijo un proyecto de desarrollo humano, uso el libro para que la escuela tenga acceso al libro, porque el libro es de bajo costo y trabajamos con los padres, con los profesores, los niños y los autores para crear condiciones sociales favorables para que los niños lean. Recién me he dado cuenta que debo asumir que soy editor, ya que dirijo un sello editorial que tiene en catálogo 30 títulos y me di cuenta de eso porque la gente me decía: publícame mi libro y yo me digo: “¡Caray, soy editor! No sólo soy el director de un proyecto de desarrollo humano.” La gente me ve producir libros, así que he decidido aceptar que soy editor.

-Con Recreo cubres todo el país o solamente estas localizado en Lima
En teoría estamos en todo el Perú, porque en todo el Perú, Editorial San Marcos tiene distribuidores. Entonces tenemos libros comprados en Huanta, en Trujillo, en Tacna, en Huancayo… Donde haya un promotor de San Marcos hay libros de Recreo vendiéndose. El asunto es que donde no hay un promotor de Recreo no llegamos tan eficientemente a que los niños tengan su libro cada mes. En Trujillo hemos trabajado con un promotor altamente eficiente de San Marcos que ha comprendido cuál es el objetivo del proyecto, hemos visitado los colegios y entrenado a los profesores de allá. Quiero decir que donde entrenamos profesores, donde hablamos con los padres se produce una adquisición masiva, pero donde no hay presencia del Proyecto Recreo enseñando, siempre hay muchos niños que en un salón se quedan sin libro para leer.

-¿Cuál es al estrategia de venta?
Nosotros lo que hacemos es decirle a una escuela que para organizar su plan lector, lo único que tiene que hacer es acercar un libro adecuado al niño. Ése es el reto, que el libro llegue a manos del niño y que ese libro sea adecuado. Para que esto ocurra un padre debe decidir que ocurra. Los profesores con esa decisión de los padres eligen los libros. El profesor debe ser un vehículo, un facilitador.

-Ustedes están más en contacto con los padres, pero ¿cómo hacen para convocarlos?
Nosotros llegamos de diferentes maneras a la escuela. Nos llaman o nos acercamos, pero la condición básica para que el Plan Lector funcione en una escuela es que los profesores nos contacten, en una asamblea, con los padres de familia. El proyecto Recreo no soborna a los profesores para que los libros lleguen a manos de los niños. Nosotros lo que hacemos es explicar a los padres que si sus hijos no leen ellos no pueden esperar que sus hijos se conviertan en profesionales competentes, que tengan un futuro promisorio, un crecimiento personal adecuado, porque eso no le sucede a quienes son analfabetos funcionales; porque si sus niños no leen habitualmente, no son capaces de comprender. Y alguien que no comprende, no puede estudiar y alguien que no estudia, no puede capacitarse en nada, absolutamente. Entonces, los padres cuando comprenden lo que está sucediendo con sus hijos tienen que poner un remedio. Nosotros les mostramos el remedio. ReCreo trabaja para que el padre vea el desarrollo intelectual de su hijo, porque el padre tiene que ver el impacto que está produciendo la lectura en sus hijos. Por eso tenemos un seguimiento al inicio, en el medio y final que mostramos en las reuniones con los padres.

-¿Todas las escuelas responden positivamente?
Las que responden positivamente son las escuelas donde hay liderazgo. Hay escuelas donde los padres ni se asoman y los niños están abandonados. Esto sucede en el casco urbano, tanto en colegio privado de la clase alta como en el colegio nacional de la zona más pobre. En ambos espacios puede suceder exactamente lo mismo: niños abandonados a su suerte, padres diciendo, edúquenmelos ustedes porque para eso les pagan. Por eso trabajamos básicamente con el padre, para que él construya la biblioteca y trabajamos con el profesor para que no torture al niño con fichas de lectura, comprensión lectora desde una perspectiva psicológica, pedagógica. Lo que hacemos es invitar a jugar a leer y el juego se ve. Los niños que juegan a leer empiezan a ser más competentes en ese juego, un niño que lee y juega a leer, siempre es más crítico, cuestiona el libro, dice “no me gustó”, “sí me gustó”, “este personaje me parece simpático”. Es creativo, es capaz de conversar, tiene imaginación y es capaz de plantear nuevas estrategias respecto a ese libro. Esto es una cosa absolutamente natural, pero no parece tan natural en la escuela. Por eso tenemos que decir a los profesores: den un paso atrás respecto a todo lo que les han enseñado y hagan que los niños jueguen a leer y jueguen con ellos, no los torturen, jueguen con ellos.

-Aproximadamente con cuantos niños trabajan?
El año pasado trabajamos con 2000 niños y este año estamos trabajando con 5000 niños a quienes sistemáticamente sus padres están comprándoles libros y queremos trabajar con mucha más gente. Pero para trabajar con mucha más gente, lo que necesitamos es que nuestros jefes de proyecto sepan que nosotros no vendemos libros, nosotros hacemos que los padres compren libros, que es muy diferente. Hacemos que los niños accedan a los libros, obviamente, para que eso ocurra tienen que comprarle el libro y esa es la responsabilidad de los adultos. Trabajamos con el catálogo de ReCreo porque cuesta diez o doce soles. A los padres, que normalmente no están acostumbrados a comprar libros, les enseñamos que así se invierte en una biblioteca. No hay otra manera. Lo que también enseñamos es que, como ciudadanos, tenemos derecho a tener bibliotecas públicas, cosa que no hay en el Perú.

-¿Cuáles son los mayores escollos que encuentran?
Profesores corruptos que nos piden dinero para que los niños lean.

-¿Mas que la falta de preparación?
Más que la falta de preparación, profesores corruptos, que creen que son puntos de venta y que no solamente impiden que lleguemos al colegio, sino que nos boicotean cuando entramos y trabajamos con un equipo de profesores. Porque hay profesores extraordinarios en las escuelas públicas y privadas. En las privadas hay menos posibilidades de que nos pidan dinero, pero piden igual. Cuando el proyecto entra a una escuela pública, gracias a un grupo de profesores, siempre hemos encontrado profesores que los boicotean. Esto sucede también, en algunos casos, por cuestiones morales e ideológicas. Por ejemplo, un profesor de colegio me dijo que los libros de Vargas Llosa son para los ricos y los de Julio Ramón Ribeyro para los pobres. En otro colegio, una profesora muy religiosa, no quería que los chicos leyeran a Beto Ortiz porque decía que es homosexual, allí había una mezcla de religiosidad con homofobia. Yo le decía: “O sea, ¿usted cree que si un niño lee a Bayly se va ha convertir en homosexual, o si lee a Moby Dick se va ha convertir en ballena? Las personas tienen discernimiento. Precisamente, los que menos discernimiento tienen son los que menos leen, los que menos referentes tienen”. Entonces, ese es el principal escollo, profesores corruptos o profesores incompetentes, profesores a los que no les da la más mínima gana de hacer algo más por los niños. Naturalmente y felizmente existen los otros maestros que sí hacen que nosotros lleguemos a los padres, para que los padres participen del Plan Lector. Son los padres los que crean la condición propicia para que el niño acceda con felicidad al libro.

-¿No crees que sería necesaria una capacitación permanente a los profesores, teniendo en cuenta que son ellos los que van ha conducir el plan lector?
Antes que una capacitación, es necesario que lean habitualmente. Siete de cada diez maestros fracasaron en un test de comprensión lectora, por una razón sencilla, no practican la lectura. La comprensión es una capacidad que se desarrolla con la práctica. Es una facultad humana. Nacemos con la capacidad de crear, de imaginar, pero si no la entrenamos no se desarrolla. Entonces, los profesores, lo que tienen que hacer es empezar a leer con sus niños y desarrollar nuevamente sus capacidades con los niños. Eso quiere decir que leerán los libros para niños que proponemos y harán lo mismo que hacen los niños: cuestionar el libro, decir cuál es el personaje que más te gusta, no cuál es el personaje principal que es una pregunta casi literal, no de qué trata el libro. Lo que tenemos que hacer básicamente -y lo que hacemos- es decirle al profesor: “olvídate de todo lo que te han dicho en todas partes y ponte a jugar a leer, lee divirtiéndote; el libro no educa, el que educa eres tu. Si tu llegas borracho ya educaste, si llegas tarde ya educaste, si le gritas a alguien ya educaste; el libro no educa, el libro es como una aventura hacia un lugar desconocido, es una persona que te esta hablando, es un encuentro con una persona que te cuenta cosas”.

-¿Cómo evaluar al niño?
Es muy sencillo, por ejemplo, le pides a un niño que te cuente el libro. Si un niño es capaz de hablar diez minutos sobre el libro que leyó, perfecto, este niño ha desarrollado capacidades. Si otro niño habla medio minuto, hay que ayudarlo a que alcance al otro. Lo que buscamos es el desarrollo competencias intelectuales, entonces entrenamos en eso al profesor y a los padres. Para eso nos reunimos con los padres para darles su tarea. Por lo pronto son responsables social, legal y culturalmente de alimentarlos y educarlos

-¿Una vez que han tomado contacto con un colegio, vuelven cada mes para evaluar su desarrollo?
No, enseñamos a los profesores para que ellos evalúen, nosotros evaluamos los informes que nos dan los profesores. Visitamos la escuela tres veces al año y nos reunimos con los padres y profesores. Con los padres, lo que hacemos, son charlas dinámicas. Es una estrategia tipo evangelización, con testimonios de padres y alumnos que han leído o han visto leer. Todo es una estrategia de animación continua. También hacemos que los autores visiten los colegios para que haya un impacto emocional en los niños y en los padres de familia. Esas son, básicamente, nuestras estrategias.

-Has recorrido gran parte del Perú
La mitad del Perú. He visitado desde Huancayo para abajo, ahora estoy yendo a Andahuaylas. He estado en Arequipa, en Tacna. He ido saltando. He ido a Chiclayo, a todo el norte, menos Chimbote. He ido a Iquitos y en casi todos los distritos de lima hemos estado.

-¿Cuándo viajas es porque ya tienes contactos?
Si, en todas partes tengo un promotor que promueve una conferencia, una visita a colegios, una charla del Plan Lector. Voy a donde me lleven. A Tacna me llevó una profesora. Son profesores que se contactaron por Internet conmigo. Cuando llegué, habían usado mi libro. Como una de las estrategias que desarrollamos es lograr el impacto emocional con la visita de autores, cuando llegué a la escuela y vi que habían colocado un título mío –un libro de historias de amor- hablé con ellos y firmé como trescientos libros. Y así, en cada lugar voy trabajando con los profesores que se conectan por Internet conmigo, que entran a la página web. La experiencia de Tacna fue muy bonita, pero no tengo promotor allá; debería tener. En todas partes tengo que encontrar gente que pueda ocuparse del proyecto.

-El proyecto ReCreo está dirigido principalmente a estudiantes de secundaria, ¿no?
El catálogo de Recreo es de secundaria, desde cuarto de primaria hasta quinto de secundaria. Tengo muy pocos libros para primaria. Este año vamos hacer un catálogo para primaria. Pero no somos solo un catálogo, podemos trabajar con libros de otras editoriales, lo hemos hecho.

-¿Cómo saben cuál es el libro adecuado?
No tenemos libros aburridos, no tenemos ningún libro que sea educativo. El concepto educativo, que va aprenderse una moraleja cuando lea, me parece aterrador. Nuestros niños leen para entretenerse y si aprenden algo es porque son inteligentes. Es como una conversación en un bar con tus amigos: si tienes amigos, uno es arquitecto, otro es vendedor, otro es policía, y aprendes algo tomándote una cerveza con ellos es por que eres inteligente, pero no te vas a tomar cerveza con tus amigos para aprender cosas. Lo mismo es un libro, en principio no entras a un libro si no es entretenido, si no te captura, si no es interesante. Eso es lo que trabajamos con las escuelas y funciona.

-¿Cuál es indicador de éxito en los colegios?
Uno de los indicadores que tenemos es cuando nos preguntan los niños: ¿Qué libro vamos a leer el próximo mes? Otro indicador es el nivel de adquisición de textos que es del 97 % por salón. Siempre hay uno o dos niños a los cuales sus padres no les compran libros. En ese caso, hacemos que el profesor cree una situación de préstamos de libro, pero el nivel de adquisición es muy alto tanto en colegio nacional como privado.

-¿A cargo de qué curso esta el plan lector en la secundaria?
Generalmente lo tiene el curso de Comunicación y Literatura, pero el Plan Lector es una estrategia pedagógica de animación a la lectura y desarrollo de capacidades lectoras y, por lo tanto, debe ser proyecto de la escuela transversalizado. Entonces, por ejemplo en Huanta, en un colegio donde trabajamos nuestro Plan Lector, lo conducía una profesora de matemáticas, en otro colegio el profesor de educación física ¿por qué? Porque les interesan sus niños. Lo que les decimos en cada escuela es: no vamos a trabajar con todos, sino con un Comité del Plan Lector, con profesores que quieran trabajar el Plan Lector, que quieran venir a las capacitaciones, que quieran coordinar con nosotros el éxito del Plan Lector entre sus niños, que sean capaces de transversalizar los contenidos de un libro para seguir trabajando con el libro en cada clase.

-¿Crees que los colegios donde el Plan Lector está funcionando bien es porque el plantel docente o algunos docentes se han involucrado y lo hacen por iniciativa propia?
Sí, claro, esto es una cuestión de voluntad. Como política de Estado, el Perú tiene la meta de un libro por mes para alumno y maestro. Esto es una regla general: todo lo que necesitan los niños es una escuela que se enfoque en un Plan Lector exitoso. Luego, cada escuela tiene el deber y el derecho de construir un proyecto institucional, de fijar sus propios objetivos. Ya no existe que el ministerio te manda un currículo de objetivos que tú tienes que cumplir. Cada director de colegio tiene la autonomía de diseñar un objetivo propio para la escuela en función a los objetivos nacionales.

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