Por Eduardo Arroyo Laguna
Fuente: Librosperuanos.com
Marzo 2014
Escribo estas líneas con un calor de 39º. Es el verano más seco de Río de Janeiro en los últimos veinticinco años. No ha llovido en varios meses. Ayer garuó ligeramente y algo de viento sopla en el ambiente. En el Estado de Sao Paulo se soporta un crudo estío con una asombrosa caída de granizo.
Los seis millones de habitantes de Río y los 200 millones del Brasil son gente que vive festivamente estos días de carnavales, demostrando constituir un pueblo muy alegre, bailarín, locuaz, creativo. Con las fiestas a cuestas, un Mundial de fútbol para junio de este año, las elecciones presidenciales y parlamentarias este octubre, unas olimpiadas en 2016, la escena se torna más tórrida que lo habitual.
De un lado, el calor abrasador. Del otro, la gente en las calles, en los “blocos” (grupo de gente por miles) que sale a bailar samba con disfraces multicolores cantando, bebiendo. Cada vía, cada barrio (en el Perú serían distritos) se organiza para bailar en sus blocos que desfilan por la localidad con un grupo musical amenizando la ocasión. A su vez, Río tiene el mayor sambódromo del mundo y el ingreso a este es muy caro, reservándose las entradas con un año de anticipación. Se trata de una avenida artificial cerrada, con graderías, en la que anualmente desfilan las mejores escuelas de samba. Estas se preparan todo el año con un desfile costoso: vestimenta, orquesta, coreografía, carros alegóricos, bellos disfraces, baile compartido, instrumentos musicales.
Los carnavales paralizan la ciudad, se cierran los negocios y solo el metro comunica los distritos de la ciudad las 24 horas del día.
La ciudad es hermosa rodeada de cerros verdes y favelas (hoy llamadas comunidades). Mientras las villas miseria argentinas crecen en los llanos y nuestras barriadas o asentamientos humanos en los cerros pedregosos y en los arenales, las favelas se asientan en montañas plenas de arboleda y verdor.
Se llama cariocas a los nacidos en la ciudad de Río, “cariocas de yema” a los “auténticos” (algo así como decir limeños de pura cepa, mazamorreros) y fluminenses a los nacidos en el Estado de Río de Janeiro diferenciándose los “fluminenses papa guayaba” del resto.
Una montaña divide la ciudad en norte y sur, el norte menos pudiente, el sur más rico. Las playas están al sur, son de ensueño y muy concurridas: Ipanema, Copacabana, Leblon, Barra da Tiyuca y muchas otras. Todas son públicas para millares de turistas de todas las razas y clases sociales que se encuentran en el disfrute del baño playero. Claro que hay desigualdades como constatar en un fenómeno muy a la peruana que así como hay afrodescendientes bañándose, jugando fútbol, tendidos al sol, los hay que laboran vendiendo cerveza, agua helada, carpas, sombrillas; de porteros en los hoteles. La diferenciación social tiene un color de piel. Muchos aborígenes bolivianos venden mercadería playera en las veredas y tocan música de su país como de otros.
Hemos recorrido el Corcovado y el Cristo Redentor en Tiyuca, el Pan de Azúcar con su funicular o teleférico en el Barrio de Urca, las playas de Copacabana e Ipanema; el Jardín Botánico, el Parque Zoológico, La Floresta de Tiyuca. Es una ciudad de muchos distritos o barrios (Tiyuca, Botafogo, Laranjeiras, Flamingo, Largo de Machado, Copacabana, Gloria, Estácio, Cosme Velho, Catete, Lapa, Santa Teresa, Humaita, Lagoa, Leblon, Ipanema, etc ), los que se cruzan rápidamente en el metro o en el servicio de omnibuses público. La ciudad de Niteroi está más allá así como el Lagoa Rodrigo de Freitas, la Bahía de Guanabara, la localidad de Urca (en donde vive el cantante Roberto Carlos).
El servicio de salud es generalizado. Mi pareja, Débora Zambrano, sufrió una descompensación por el calor de casi 40º. Fue tratada en la UPA (Unidade de Pronto Atendimento) de Botafogo, un servicio público en donde le hicieron los análisis clínicos básicos y en dos horas se tuvieron resultados, con medicamentos incluidos. Todo gratuito. No creo que en mi país le hubiera ido tan bien y en el servicio privado hubiéramos gastado probablemente unos 300 dólares, entre análisis y medicinas. Gracias Brasil.
Playas, servicio de salud, metros y omnibuses son realmente públicos, no necesariamente gratuitos como el transporte urbano.
El carnaval deja a la ciudad muy sucia. Para cuernos, palos. Una huelga de basureros pidiendo un aumento del salario básico deja todo a la deriva. Abundan las latas de cerveza Antártica e Itaipava por todos los rincones. Es, a no dudar, un pueblo eminentemente cervecero.
La gente es más liberal que en el Perú. Se ve en los bailes carnavalescos de todos los distritos a centenares de jóvenes disfrazados de gays con sus novias al costado besándose y abrazándose. Difícil verlo en nuestra patria. No hay estigmas con los homosexuales.
Hoy miércoles se verán los resultados en el sambódromo. Las escuelas de Salgueiro, Portela, Mangueira, Unidos de Tiyuca disfrutan de la afición de las mayorías mientras la comida en base a la feijoada con el caipirinha y la cerveza se toman hasta la saciedad.
Pero al mismo tiempo que el verano abrasa a la gente y la festividad carnavalesca suspende de un hilo toda la vida social, los medios de comunicación escritos difunden la noticia de que el Supremo Tribunal de Justicia Federal ha exculpado a los ministros comprometidos en la “quadrilha de mensalao”, pandilla de corrupción en el campo de la política acusados de comprar parlamentarios, lavado de dinero, con José Dirceu a la cabeza. De modo paralelo, el Presidente del Supremo Tribunal Federal , Joaquim Barbosa deja una frase para la semana: “ Una mayoría circunstancial ha sido formada a la medida para echar por tierra todo un trabajo rigurosamente llevado a cabo por la Corte. Eso es lo acabamos de ver…Me siento autorizado a alertar a la nación de que estamos apenas en los primeros pasos. Esta mayoría circunstancial tiene todo el tiempo a su favor para continuar su trabajo. Es una tarde triste para este tribunal “. Gran entereza y talla moral la de Joaquim Barbosa. En todas partes se cuecen habas, también en el Perú. Nos suena tan parecido lo que ocurre en Brasil a lo que ocurre en el Perú, solo que la fuerza ética de Joaquim Barbosa es la gran diferencia.
El periodista Ivar A. Hartmann de O´Globo del 28 de febrero de 2014 se pregunta: “¿Por qué estando en mayoría los ministros optaron por decidir de manera excepcional? Para el ministro Joaquim Barbosa fue aplicado un criterio social: los pobres son condenados y presos y los ricos son siempre absueltos”.
Supongo que el Partido de los Trabajadores (PT) en el poder, capitalizará estos fallos judiciales. La presidenta Dilma Rousseff desea aprovechar los triunfos futbolísticos para lograr así disipar el humor contrario de la población. Indudablemente que una victoria deportiva disiparía las quejas por los aumentos en el transporte público, el poco tratamiento y mejoramiento de la infraestructura pública en general (educación, salud, ministerios). Se quejan muchos del gasto diferenciado entre preparar estadios para el mundial y el bajo gasto en mejorar los servicios públicos. Incluso se quejan de lo poco adelantados que están los progresos en la construcción de estadios para el mundial de junio próximo.
Pero el tener apresados a los ministros acusados de corrupción está indicando al mismo tiempo el agotamiento del modelo de desarrollo y un modo de hacer política, la discrepancia con la corrupción, el fin de la impunidad para la clase política. Los poderosos han sido llevados ante los tribunales de justicia, están presos y su historia no será como antes. Indudablemente que la población está frustrada por el recurso sospechoso desde el gobierno de crear una nueva composición artificial al Supremo Tribunal de Justicia.
Los carnavales se prestan para dar pan y circo a un país ahito de cambios, de un mejor trato, de expectativas no satisfechas, de corrupción extendida en todos los intersticios de la sociedad.
En el fútbol ganó el Flamengo y perdió el Botafogo, uno de los equipos más queridos del Brasil. Brasil acaba de ganar el partido amistoso de fútbol a Sudáfrica por 5-0.
Finalizando esta crónica, Río se paraliza nuevamente. El jurado da los puntajes del desfile de las escuelas de samba en el sambódromo. Gana Unidos da Tijuca de la favela o comunidad Borel. Empiezan los cohetonazos, la parrilla huele sabrosa en mi barrio que es precisamente el de Tiyuca. La siguen Salgueiro, Portela. Todos salen a celebrar. La fiesta continúa.
Brasil, 4 de marzo de 2014
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