Crónica habanera
CUBA: LA APERTURA DEL MODELO


Por Eduardo Arroyo Laguna
Fuente: Librosperuanos.com
Enero 2013

Escribo estas líneas desde La Habana en momentos en que América Latina intensifica su proceso de integración continental y de reafirmación antiimperialista. De un lado se realiza una manifestación política multitudinaria en Caracas con la asistencia de presidentes y representantes de todos los países  respaldando al gobierno bolivariano de Hugo Chávez, hoy en una clínica de La Habana, reponiéndose de una peligrosa operación. Se anuncia una contramanifestación de la oposición y de paso una manifestación el mismo día de las fuerzas que respaldan a Chávez; en Ecuador, el presidente Rafael Correa  inicia las acciones para ganar una vez más la presidencia mientras los presidentes peruanos Ollanta Humala y la argentina Cristina Fernández visitan Cuba para firmar importantes acuerdos y de paso saludar a Hugo Chávez. Raúl, Fidel Castro y ministros figuran en numerosas fotografías con los mandatarios. Nuestro continente se presenta tumultuoso, estando movilizadas las fuerzas integracionistas.

Cuba, a su vez, experimenta importantes cambios económicos en la hora actual.  ¿Es una reversión hacia el capitalismo? ¿Será el ingreso de formas capitalistas en el modelo estatal cubano?  ¿Implicará más socialismo con nuevas formas?
La calle está difícil y se siente la ansiedad cubana buscando mejoras, trabajo, el dinero que no alcanza si bien ponderan los servicios de salud y educación que reciben gratuitamente de parte del Estado. Todo tiene sus bemoles.

El Partido Comunista Cubano ha dirigido a esta sociedad a lo largo de los últimos cincuenta años encargándose de velar por la educación, salud, vivienda y el enrolamiento de todos al trabajo. Cuba es socialista porque el eje de su accionar es el ser humano, el Estado vela por las necesidades básicas de la población y prima la propiedad social. No es capitalista al no ser la ley de la ganancia la que motoriza su modelo de acumulación. A pesar del inmisericorde bloqueo estadounidense; la pobreza de recursos naturales en la Isla, la crisis global y los cambios climáticos, huracán Sandy incluido, la Isla ha crecido al 3.1% de su PBI como auguraba CEPAL y se pronostica un 3.7% para el 2013. Su exportación de bienes y servicios ha crecido en un 1.3%.

Naciones Unidas presenta a Cuba como un país con cero analfabetismo y la menor tasa de mortalidad infantil y  de  madres gestantes en el mundo. Son grandes logros sociales  que ya quisiéramos lograr los países de corte neoliberal. Los adversarios del régimen cubano siguen aferrados al libreto de la falta de libertad no entendiendo que hay sociedades con mucha libertad y escasa justicia (redistribución de los ingresos) y otras con mayor justicia y poca libertad. La combinación de la justicia,  fraternidad y la libertad debe ser parte de la utopía y los procesos de construcción social. No sólo uno de estos elementos sino los tres. Por otro lado, conviene recordar que no hay esquemas perfectos.  

Hoy el capitalismo salvaje que ha preconizado el mercado máximo y Estado mínimo,  está en una profunda debacle al igual que el modelo capitalista europeo de economía de bienestar caracterizado por su alta deuda y  desempleo  destacando el modelo asiático de construcción del capitalismo, en el que el Estado asombrosamente regula las relaciones de mercado. El modelo cubano  intenta combinar el estatismo con la iniciativa privada exportando más de lo que importa,  para crear una balanza comercial favorable y cumplir las obligaciones financieras rescatando así la credibilidad de su economía. Se ha lanzado a desarrollar un intenso proceso inversionista  que le permita mantener el crecimiento económico, meta en la que el aporte del capital extranjero jugará un rol importante en el presente y en el futuro. Crear zonas especiales de desarrollo, caso de Mariel (puerto, pesca) permitirá incrementar la exportación y una sustitución gradual de las importaciones, representando además una oportunidad para la inversión extranjera.

Para ello,  ha iniciado la necesaria separación de la estructura gubernamental de la estructura empresarial, ambas con funciones diferentes. Uno de los puntos a evaluar en el 2013 será el resultado del trabajo por cuenta propia (los llamados cuentapropistas), apertura central del Estado cubano la que no solo se da en el caso urbano sino que se extiende al campo al entrar en vigor el Decreto Ley 300, que ha ampliado hasta 67.10 hectáreas (cinco caballerías) el área entregada en usufructo a quienes hagan producir la tierra y los más de 400,000 cuentapropistas en activo, tendencia que ha de reforzarse con el arrendamiento de locales dedicados a la gastronomía (los que los cubanos llaman “paladares”). Se ha autorizado  viajar fuera del país a los que quieran y puedan.

El Estado, pues, favorece la iniciativa privada siempre y cuando esté regimentada y pague sus tarifas tributarias al Estado. De hecho, entra en rigor para toda la sociedad cubana una nueva estructura tributaria, necesaria en un país con poca experiencia de pago de impuestos. Para el régimen oficial, es vital mejorar al cien por ciento la gestión de las empresas y la eficiencia, desburocratizando las gestiones. Para los extranjeros es tedioso ver lo lento que es el trabajo en las  oficinas del Estado, la cantidad innecesaria de funcionarios por oficina, los que parecen que al tener trabajo y asegurado un sueldo mensual, creen que no necesitan incrementar su calidad. Parece que el tiempo se hubiera congelado en sus oficinas y han perdido todo elan revolucionario, recargando al Estado, el que no avanza precisamente por la baja capacidad e iniciativa y rapidez de sus funcionarios. Diferente es la actitud de la gente en las calles la que de inmediato se pone en acción cuando se les pide alguna información. Prima en las calles la solidaridad y la fraternidad mientras en las oficinas del Estado y en muchos negocios está instalada la lentitud en abierto sabotaje con un Estado que llama a ser eficiente y de rápida gestión. Se requiere una urgente revolución administrativo-burocrática en un país que vive en mucho de su turismo y de sus grandes inversores: Venezuela, China, Rusia, España, y Canadá.

Creo que una estructura vertical, altamente jerarquizada que atiende las necesidades básicas de educación, salud, vivienda puede generar una masa social sumamente dependiente. El paternalismo de cincuenta años empieza a sufrir las consecuencias de sus propios actos, del desempleo y la conciencia que el sueldo básico no alcanza, aun cuando se incluya la libreta y los servicios gratuitos de salud y educación. Ya no bastan los 15 dólares mensuales (mas o menos  300 pesos mensuales). La pregunta es si el Estado debe darlo todo o generar en la población los reflejos para que salgan a trabajar. ¿No crea un Estado todopoderoso, dueño de todo, relaciones serviles,  paternales con la población? ¿No es una población dependiente aquella que solo extiende la mano sabiendo que todo lo obtendrá del Estado? El paternalismo del Estado puede haber creado una gran masa dependiente, que asfixia al propio Estado al no sentirse con responsabilidad sobre nada. Hay que liberar a estas fuerzas que exigen, se sienten con derecho sin dar nada a cambio mientras en otros países prácticamente el Estado jamás  ha ayudado y cada quien baila con su propio pañuelo.  Como vemos, en todas partes se cuecen habas.

Eduardo Arroyo Laguna. Analista político peruano. Doctor en Sociología y Relaciones Internacionales.

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