Cantor de la lectura

Por Miguel Angel Vallejo S.
Fuente: El Peruano, Lima 16/09/10
http://www.elperuano.pe/Edicion/noticia.aspx?key=uKP6wDSg/b8=

El escritor ayacuchano Sócrates Zuzunaga (1954) ha pasado recientemente la barrera de los 12 mil ejemplares vendidos con su libro para niños Takacho, Takachito, Takachín. Conversamos con él sobre su visión de la literatura.

¿Cómo trabaja sus novelas?
–Por asalto. Hay momentos en que me pongo a escribir sin parar y voy acumulando historias, que se van armando como un rompecabezas. Esto lo descubrí de forma casual: saqué una caja del armario y se desparramaron todos los papeles. Al momento de recogerlos me di cuenta que se iba armando la historia. Así salió mi cuento “Con llorar no se gana nada”, que ganó el concurso de las 1,000 palabras de Caretas.

¿Existe una relación entre sus novelas sobre la violencia interna y sus libros para niños?
–Sí. He comenzado a escribir una novela para niños ambientada en la época de la violencia, con los temores del niño, el maestro y la comunidad. Es el mismo personaje de Takacho, Takachito, Takachín, que ha crecido. Es necesario plasmar esa realidad, que los niños se enteren de esta tragedia para que no vuelva a ocurrir.

En su literatura para niños aparece muy fuerte la época de los gamonales andinos...
–Es que he vivido esa época de abusos y he sido amigo de los que trabajaban para los gamonales, que salían gananciosos porque pagaban nada. Ahora estoy escribiendo la continuación de Recuerdos de lluvia, cuyo personaje ya está adulto en medio de la guerra interna.

¿Cómo encuentra la literatura infantil peruana?
–Hay bastante interés en ella, hay varios representantes. Además veo que los niños están interesados en conocer lo nuestro. Por ejemplo, la serie de Óscar Colchado sobre Cholito, o mi serie con el personaje Aluco, un amigo mío con el que trajiné muchas aventuras, íbamos al río, a cosechar choclos.

¿Está apareciendo un nuevo tipo de lector en el Perú?
–Sí, con el plan lector. Cuando empecé a trabajar como maestro era distinto. Ahora los padres de familia se interesan y compran libros para niños, sin escatimar el precio. Yo reparto mis libros a todos los niños del aula, pueden pagar a plazos en un año. Hay que vincular a la comunidad con la lectura.

Usted tiene una anécdota con promoción de lectura curiosa...
–En un colegio de un pueblo pequeño repartía libros a los niños durante los recreos... al principio no leían, pero poco a poco empezaron a comentar sobre las figuras, a preguntar, y luego empezaron a leer de todo. En el colegio donde estoy le sugiero al director que reparta los libros, si se los roban están robando cultura.