La relación entre el derecho y literatura

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Fuente: La Primera, Lima 14/02/08
http://diariolaprimeraperu.com/online/noticia.php?IDnoticia=10640

La pluma y la ley. Abogados y jueces en la narrativa peruana, cuyo autor es Carlos Ramos Núñez, es un trabajo analítico que trata de explicar los vasos comunicantes entre el derecho y la literatura.

–¿El derecho y la literatura son hermanos?
–Yo diría que hay una relación estrecha entre los dos, no son propiamente hermanos ni tampoco siameses, son dos mundos distintos. El mundo de la literatura es el mundo de la ficción, el mundo del derecho es el mundo de la realidad. Sin embargo, los puentes son inocultables, el derecho se nutre de la literatura y muchas veces la realidad jurídica puede superar hasta la ficción más fantástica. La crítica literaria puede enriquecerse a través de un conocimiento de la dimensión jurídica.

–¿Qué es la realidad jurídica?
–Está hecha por un entramado de formas, pero también de manifestaciones concretas. Por ejemplo, las sentencias, la práctica de los tribunales, lo notarial, el mundo del foro, eso también es derecho, tienen una dimensión normativa, pero también una dimensión fáctica o real.

–¿Por qué usa un lenguaje tan pobre?
–Lo que sucede es que el propio lenguaje es pobre, el lenguaje en sí mismo tiene severas limitaciones. La lingüística moderna ha llegado a la comprobación que es imposible aprehender plenamente la realidad. Sin embargo, el lenguaje jurídico puede enriquecerse gracias a la literatura. La atadura de puentes entre las dos disciplinas puede ser vista con cierto temor, tanto por juristas como por literatos, pero no hay que tener miedo a esa relación.

–¿Hay un lenguaje jurídico y otro literario?
- Sí, hay un lenguaje jurídico netamente técnico, pero puede enriquecerse mejor con el lenguaje literario. Por ejemplo, en las Cortes hay el empleo de un lenguaje pobre, oscuro y negativo y no se renueva en el tiempo. Sin embargo, puede cambiar con la lectura y experiencias con el lenguaje literario.

–Siendo escritor, historiador y abogado. ¿Cómo te autodefines?
–Bueno, yo creo que simplemente soy un académico que se dedica a sus actividades universitarias, prioritariamente en el campo de la historia del derecho. También he incursionado en otras relaciones entre el derecho y la literatura. Mi propósito es humanizar el derecho, si no es a través de la historia, será a través de la literatura.

Dato
Debido al ensayo de Carlos Ramos Núñez, desfilan abogados, jueces, tinterillos y magistrados que pueblan las novelas desde Narciso Aréstegui hasta Mario Vargas Llosa. Es decir, una alucinante realidad que no ha cambiado nada.