Antonio Raimondi
Raimondi ayudó contra Chile en guerra de 1879 Raimondi ayudó contra Chile en guerra de 1879

Por Francisco Estrada
Fuente: Peru21, Lima 05/12/05

Publicación de investigación devela los misterios del italiano, quien adoptó al Perú como segunda patria fascinado por su riqueza natural y humana.
 
¿Sabía usted que, poco después de la Guerra del Pacífico, el Gobierno chileno ofreció dinero a Antonio Raimondi para publicar todas sus investigaciones sobre el Perú en una gran enciclopedia? Su respuesta fue: "Mis testimonios, manuscritos y colecciones del Perú deben correr la suerte del Perú...". Años después, los tres mil volúmenes de su biblioteca personal fueron consumidos en el incendio de la Biblioteca Nacional, en 1943.

Raimondi, quien analizaba las soldaduras de los cañones peruanos para que mejoraran su rendimiento, se enamoró de nuestro país desde que llegó en 1850, recorriéndolo con obsesión durante casi 20 años, de palmo a palmo, e inventariando todo: plantas, minerales, climas, fauna, costumbres, mapas, todo. El investigador Ricardo La Torre afirma que "Raimondi era el hombre síntesis de la cultura peruana", citando a Raúl Porras Barrenechea.

La Torre es coautor del libro Antonio Raimondi. Mirada íntima del Perú. Epistolario 1849-1890, que devela aspectos inéditos del gran científico, "el más grande". Si bien La Torre ya había publicado un epistolario en 1990, el de ahora, con la ayuda de Pompilio y Spartaco Inglesi, incluye más cartas e interpretaciones. "Mucha correspondencia solo se entiende si sabemos que era respuesta de otras misivas, a las que tuvimos acceso", explica La Torre. Además, fue necesario introducirse en la mentalidad de un italiano del siglo XIX que llegaba a un país con mecanismos de exclusión que no solo actuaban en un ámbito político sino, también, en aspectos cotidianos. ¿Cuánto hemos cambiado? "Las apreciaciones de Raimondi sobre los peruanos siguen vigentes. Por ejemplo, cuando describe las casas, 'cuyas fachadas son muy hermosas, pero que esconden grandes miserias por dentro'".

También hay otro tipo de detalles, como que termina olvidando a su mujer peruana, "una hacendada de la época que no podía asumir que su esposo no le preste atención. Muchas veces tenían que alcanzarle la comida por debajo de la puerta para que no lo interrumpieran en sus estudios". Otro aspecto fundamental sobre Raimondi es que llegó al Perú sin estudios universitarios, pero adquirió acá todo su conocimiento a través de lecturas y del trato con los intelectuales de la época.

Por otro lado, la incomprensión de Raimondi hacia los serranos, quienes destruían restos arqueológicos para poder cultivar sus chacras y que desconfiaban de ese hombre blanco que llegaba con su libreta de apuntes a describir todo lo que tenían y hacían, generó un distanciamiento en el sabio hacia esta población.

Dificultades. La Torre se muestra satisfecho por este trabajo, pero denuncia un atropello: "En el Archivo General de la Nación no me permitieron acceder a las libretas de viaje de Raimondi. Desde 1991 las tienen inutilizadas sin que nadie pueda leerlas, porque están esperando a que el Gobierno italiano les dé plata para publicarlas y así obtener su respectiva tajada. Felizmente, hace años alcancé a tomar algunas fotos de estas libretas".

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