Enrique Prochazka
Test de Turing Test de Turing

Por Carlos Acevedo
Fuente: Lima, 10/02/2006

En el Test de Turing, la temática abordada no es la anticipación, aunque ésta sea su forma de expresión. Ésta sirve de medio y pretexto, para una especulación filosófica desarrollada entre guiños al medio universitario y a la cultura informática. Iniciado desde el aspecto banal y cotidiano, no por ello menos divertido, de la crónica del ambiente universitario, Prochazka recrea un ambiente intimista en el que el desarrollo en primera persona establece una pronta complicidad con el personaje que refuerza la veracidad del relato. Poco a poco, sin embargo, va girando la tuerca para introducirnos en las especulaciones filosóficas, siempre insinuadas, jamás explicitadas en el devenir del relato, salvo las citas iniciales, en las que Leibniz aparece casi como un referente contextual. Pero, como en la tauromaquia, nos agita el capote ante nuestras narices, comprometiéndonos en un compromiso ético cargado de escepticismo y cinismo vulgar, que constituye una visión ácida de la rutina universitaria.

Nos conduce, sin embargo, a una súbita ruptura, en la que trastoca lo aparente por lo concreto. Todas las evidencias se derrumban, para mostrar los hilos de un demiurgo que, por persona interpuesta, nos construye otra realidad, que sustituye a la anterior. Convierte el fondo en forma y la apenas insinuada especulación metafísica se convierte en el objeto de la narración.

Así, el prodigio, aparentemente atribuible a la ciencia, habría que atribuirlo a la metafísica.
Si Leibniz aparece, una y otra vez, no es sino para llamarnos la atención que, como señalara en 1714, "…las últimas razones…era imposible encontrarlas en las matemáticas y que era menester volver a la metafísica".

La obra de Prochazka invita a la relectura, en particular, por la sensación de haber dejado pasar guiños y referencias, que provoca saborear con detenimiento. No solo sus referencias a la filosofía, o a la ciencia ficción, sino hitos, aquí y allá, que terminan dando, sin querer queriendo, temporalidad y lugar al relato. Factores imprescindibles para reforzar la complicidad propuesta por la narración en 1º persona.

Al margen de la propuesta trascendente, subyacen en el texto referencias, encubiertas algunas, otras descaradamente desembozadas, que se saborean mejor, al conocer el revés de la trama.

Solo una limitación. Al precipitarse el drama, no se logra una adecuada solución de continuidad. Se siente un salto al vacío que es contagiado por el personaje, al autor. La escena flaquea, a pesar de su excelente comienzo: el reto entre el hombre y su ingenio; que no logra ser convincente por recurrir, en mal momento, a un guiño, esta vez a la cinematografía: el villano, arma en mano, explicitando la trama al agónico héroe, ya tiene un manido y predecible final. El héroe se salva en todas las películas, ni alternativa…. y eso arruina la sorpresa.
 

Boletín semanal
Mantente al tanto de las novedades ¿Quieres ver nuestro boletín actual?
Ingresa por aquí
Suscríbete a nuestro boletín y recibe noticias sobre publicaciones, presentaciones y más.