La novela del escritor peruano Fernando Iwasaki, Neguijón, ha llamado la atención de los médicos en España porque su protagonista es un sacamuelas del Siglo de Oro y por la ocurrencia del autor de presentarla en colegios de médicos y odontólogos.

 

En el caso de los colegios de Sevilla, han sido los propios médicos y odontólogos los que han intervenido en la presentación del libro con lecturas previas de la novela y con debates sobre la historia de su profesión, una cuestión que el escritor hispano-peruano Iwasaki, historiador de formación, ha reflejado en Neguijón, su último libro, cuyo nombre se daba en la época al inexistente gusano que se creía que producía la caries.

 

La novela, que mediante dibujos extraídos de manuales de la época reproduce en sus páginas el instrumental que empleaban los barberos y sacamuelas de entonces, se celebra como una obra de culto entre cirujanos, odontólogos e historiadores de la Medicina, y ha puesto al alcance del lector común los horrores dentarios de una época en la que se tenía poco miramiento con el sufrimiento físico.

 

Fernando Iwasaki explicó a EFE que la novela supone la creencia barroca de un mundo devorado por los gusanos, "persuasión admitida por médicos y teólogos que nunca dudaron de la existencia del 'neguijón' o gusano de los dientes".

 

 

Novela histórica

 

Encarnación Bernal, profesora de Historia de la Odontología de la Universidad de Sevilla, destacó que la novela de Iwasaki reconstruye de manera minuciosa y deslumbrante las terapias y conocimientos odontológicos del Siglo de Oro, desmenuzándolos dentro de una trama literaria que las articula con el pensamiento y la cultura de la época.

 

Por su parte, Rafael Llamas, decano de la Facultad de Odontología de Sevilla, recordó que ya en la antigua Mesopotamia las tablillas de Hammurabi hablaban del perverso gusano de los dientes, y que incluso William Shakespeare le dedicó algunas líneas en "Mucho ruido y pocas nueces."

 

 

De lectura recomendada

 

En otro acto celebrado en el Colegio de Médicos de Sevilla, el catedrático de radiología y escritor Juan Ramón Zaragoza recomendó la lectura de "Neguijón" para los médicos en general y los historiadores de la Medicina en particular.

 

Zaragoza dijo que la novela, además de manejar con autoridad los tratados de la época y los nombres de los médicos más eminentes del Siglo de Oro, describe con precisión y crudeza otras operaciones no odontológicas como batidos de cataratas, litotomías renales, castraciones en vivo y amputaciones varias, que fueron muy comunes en los tiempos de "El Quijote", cuando los pacientes pasaban por intensos sufrimientos. Juan Ramón Zaragoza elogió el tratamiento literario de las patologías y de las teorías de tratadistas de la época como Huarte de San Juan, y comparó el mundo barroco de "Neguijón" con el mundo alucinante de "Cien años de soledad", de Gabriel García Márquez.

 

Ante uno de estos auditorios, en el que se dieron cita numerosos médicos hispanoamericanos, Iwasaki declaró que durante el Siglo de Oro no estaban delimitadas las fronteras entre la ciencia, la superstición y la religiosidad, y que por eso "el barroco español es el antecedente del realismo mágico latinoamericano."