–¿Puede tildarse a este libro como antológico?

–Pienso que sí. En realidad, la idea de este proyecto parte de dos propuestas que tuve para realizar una antología de mi obra. Pero igual consideré que no era el momento, además que el proyecto me parecía bastante amplio. Yo pensé en algo breve, en selecciones de textos...

 

–Que fue el resultado final...

–Exacto. Además que conté con las opiniones de amigos, que me sugirieron tomar el personaje de la mujer de algunos de mis libros. 

 

–¿Cómo crees que deba asumir el lector este libro, siendo los relatos fragmentos de otros? 

–Mi intención es que se lea cada historia de forma independiente. Que esto sirva a los nuevos lectores como una introducción a mi narrativa.

 

–¿Crees que el personaje de la mujer es una buena manera de conocer tu obra?

–Más que eso es la manera de proponer acercamientos a partir de las historias. Creo que esto puede resultar interesante, a fin que el lector conozca a los tipos de mujeres que aparecen en mis libros previos. 

 

–La independencia, además de cierta fuerza interior rige a todas estas mujeres, con excepción de Blanca, el personaje de tu primera novela...

–Tienes razón. Blanca es distinta al resto, es una mujer sometida al poder de los hombres. Es traicionada, es considerada un objeto sexual. Y a través de su palabra expresa la alienación de la mujer, el papel subalterno al que está condenada. La de Blanca es una narración descarnada e ingenua. Puede suscitar el reclamo de algunas mujeres, o la solidaridad que para lo que ella ha vivido no vuelva a suceder.

 

–El rol que juega la libertad es también preponderante en estos personajes...

–Sí. Y es uno de los valores que percibe también Tamara Fiol. Ella vive un drama: es luchadora, valiente, pero sucumbe en una relación. Luego se propone ser una mujer libre. Cree en la celebración del amor y del erotismo. Pero se establece en ella el sentimiento de culpa. 

 

–¿Crees que hay una distancia marcada entre el discurso de tus ensayos con el de tu obra de ficción?

–En el ensayo procuro ser más racional. En mi ficción, el discurso está entre paréntesis, al igual mis convicciones ideológicas. Un buen ejemplo de esto lo tomo de Dostoievski, quien políticamente era un reaccionario. Ya Bajtin estudió la polifonía en su obra, y demostró que Dostoievski le da la oportunidad de expresarse a todos sus personajes. 

 

–¿Qué opinión te merece la literatura actual?

–Ahora hay una generación diferente a la del 90, que estaba asignada por todo lo que ocurría en el mundo: la debacle del socialismo, la subversión en el país, Fujimori..., era una literatura del olvido, que se distanció del realismo de manera fundamentalista, por considerarlo incompatible. Felizmente los escritores de ahora están asumiendo las cosas de manera distinta.

 

 

Dato

 

En la obra narrativa de Miguel Gutiérrez sobresalen El viejo saurio se retira, La violencia del tiempo, La destrucción del reino y Babel, el paraíso.