Hay poetas en su personalidad inquietos, dinámicos, distantes del ruido y del tumulto. Juan Luís Godoy pertenece a estos últimos, trabaja casi apartado, en silencio y sin ningún apuro... reflexivo, añorante, descifrador de enigmas, inmerso en medio de los mares de la sombra, sombrademares. Lo seduce el misterio, lo desconocido. Sus ojos exploran su mundo interior, pero también abre los ojos para atisbar el entorno exterior de la materia... (Arturo Corcuera)