Piedras de agua nos depara una sorpresa: no es sólo el testimonio de aprendizaje de una actriz, o las páginas reveladoras de una sensibilidad creativa inusual; es sobre todo un excelente estudio sobre la técnica actoral y sus vínculos con el sentido más profundo del oficio teatral: la capacidad de dar y recibir de los otros, más allá de las fronteras lingüísticas, geográficas, de géneros y culturas. Es lo que hace un libro sorprendente, transgresivo, conmovedor y extremadamente útil para aquellos que se dediquen a la teoría y la práctica del teatro en cualquier latitud.” / Raquel Carrió