Los nueve cuentos que configuran este interesante libro muestran historias dramáticas matizadas, hábilmente, con escenas de jolgorio, sensualidad o ironía, donde los actores femeninos asumen espacios actanciales protagónicos con rasgos de antihéroes, tal como los entiende Mijael Bajtín. Son actores signados por el amor, el desamor, la vida licenciosa, la locura, los traumas, que buscan saldar cuentas con un pasado lejano que los abruma y que muchas veces los mueve hacia su perdición social, pero, al mismo tiempo, hacia una redención muy íntima. Los sucesos o acciones del material narrativo están engarzados de manera audaz y eficiente con lo que su autor logra estructurar intrigas sugestivas y apasionantes que más de una vez, a la manera cortazariana, culminan con el lector en la lona. Este notable libro goza de estructuras diversas donde su autor despliega, con gran solvencia, diferentes estrategias narrativas que dan cuenta de la calidad literaria de un escritor, que en las últimas décadas, ha ganado un lugar de privilegio dentro de la narrativa peruana". (Fernando Carrasco Núñez) (195)