En esta obra el autor asume el reto de ir mas allá de los estudios dogmáticos comúnmente realizados en esta rama del Derecho. A lo largo de su trabajo sostiene que las garantías constitucionales del proceso no solo deben apreciarse como proposiciones normativas monolíticas e infranqueables, sino como que su verdadero valor se encuentra en la eficacia que son capaces de proyectar en los casos concretos y en su posibilidad de adecuarse a las necesidades sociales siempre cambiantes y cada vez más urgentes. El objeto del presente trabajo, es la búsqueda constante de un Derecho Procesal que abandone la indiferencia frente a la injusticia cotidiana. Es pues, relevante que esta obra no se reduce al comentario meramente exegético o casuístico significando la valoración de la disciplina procesal en función de sus resultados en la comunidad