La escuela es un medio para socializar al estudiante, pero también es un medio para occidentalizarlo, si no respetamos su sentido de pertenencia a un espacio geográfico, cultural, étnico, lingüístico, olvida sus costumbres y saberes porque existe el rezago colonial de desprecio a todo los que es quechua, mestizo, negro o peruano y se ofrece una cálida bienvenida a todo lo que es occidental, blanco, rubio o extranjero; este fue incluso el motivo principal para el rechazo masivo de las familia al sistema de EIB, en la Educación Básica Regular y en los centros superiores impulsados por el Ministerio de Educación, justamente porque los padres de zonas rurales hasta hoy son marginados y por supuesto no quieren lo mismo para sus hijos, pero felizmente se está dando otra mirada y se está produciendo un proceso de adaptación.

Cuando una lengua se extingue; se da fin a toda una cultura, las costumbres, la medicina natural, las fiestas, las tradiciones, el arte, la música, los alimentos, los sueños y anhelos de generaciones y finalmente propicia la extinción de nuestra propia especie.

Planificar una diversificación curricular adecuada, a partir de su contexto, permitirá al docente y al estudiante trabajar dentro de un marco de confianza, calidez y seguridad, donde el estudiante se sienta valorado tanto como su cultura; en este medio por supuesto se logrará fijar el aprendizaje de forma que sea más significativa. Fidelia Viguria Naveros