Una vida tranquila es un conjunto de relatos que plantean, desde su impronta realista, una mirada crítica sobre nuestra sociedad. Habitantes de los barrios populares y periféricos que deben luchar para salir adelante en medio de la precariedad. Un claro ejemplo es “Día de sol”, relato que transcurre en un barrio cuyo servicio de agua potable se ha cortado o simplemente no existe.

Pero más allá de aquel fresco social, el autor hace foco en las siempre complejas relaciones familiares. Y es este, precisamente, el otro gran tema que atraviesa el libro y que nos lleva, mediante los relatos que se van hilvanando, a una necesaria reflexión en torno a las familias disfuncionales y también, por supuesto, a los nuevos modelos de familia.

Otro aspecto interesante del libro es el formal, el juego estructural que nos propone el autor. Una vida tranquila está conformado por siete cuentos que si bien se leen de manera independiente, admiten la posibilidad de leerlos también como los capítulos fragmentados y dispersos de una novela. Escenarios, personajes, situaciones se entrelazan logrando esa unidad discursiva que potencia al libro.

En suma, Una vida tranquila es un libro necesario que nos confronta y que nos permite, lejos del aleccionamiento moral, replantearnos nuestro lugar en el mundo.