Adolfo es un novicio en los seminarios del Perú de los años 60. Parte de la historia está ambientada en la actualidad de Satipo, donde el autor narra la niñez que le toco vivir, la idiosincrasia de la época, las ausencias, y la dura experiencia de crecer en una ciudad alejada, pero; también los momentos buenos y los gratos recuerdos que la vida en el campo trae. Una historia que nos transporta a los seminarios de Ayacucho y Arequipa, donde el protagonista nos muestra la experiencia que suscita la preparación para sacerdote y donde nos acerca a las diversas limitaciones extremas de libertad que ésta conlleva, y por las cuales toma una importante decisión.