Breve tratado de ternura es la estación actual del camino por el que el poeta Dante Lecca echóse a andar hace 40 años. A lo largo de todo este recorrido, hay varios ejes que se reiteran y se rescriben: el amor, el mar, los sueños de realización humana. Siendo para el poeta la existencia un diario alborear sobre un "mar sin horizontes", a medida que nos adentramos en ella, la empezamos a definir bajo la forma de "islas", símbolos de la diversidad de marcas o huellas que la humanidad viene y seguirá grabando ad infinitum sobre la piel del planeta y el universo. Más allá de todo, subyacen o sobreyacen en Breve tratado de ternura la promesa y la esperanza de la dicha, y el amor como esencial sentido de la eternidad del ser.