Un zombi ilustrado es la opera prima de Freddy Arteaga Canessa (Chimbote, 1988). Es un libro de cuentos que se inscribe en la temática realista y principalmente, fantástica, en el que es notorio la influencia de Borges y Cortázar. En el libro aparecen elementos constantes como el suicidio, lo onírico, el sentimiento religioso, la presencia materna y la figura del escritor y el mundo de la edición de libros. El narrador de los cuentos posee en muchos casos una mirada cínica e irónica sobre lo narrado. Monstruos como los vampiros (“Confesiones de un anticuario”, “La hija del dragón”), fantasmas (“Fue solo un sueño, Patricia”), zombies (“Un zombie ilustrado”) y asesinos en serie (“Dedos en mi lata de atún”) aparecen en escena. El autor demuestra una gran imaginación para ficcionalizar universos posibles. Quizás los mejores relatos sean “Un zombi ilustrado” en el que se le da voz a un representante minoritario de zombis pensantes, que desliza una nueva sociedad más igualitaria y homogénea; “Epístola de un cruzado”, con guiños a Borges, por la posibilidad de establecer y oponer la posibilidad de dos cielos; “La hija del dragón”, relato moderno de jóvenes vampiros; y la notable “Dedos en mi lata de atún”, un ejercicio especulativo e imaginario sobre la posibilidad de encontrar dedos humanos en una lata de atún, por obra de un psicópata. En suma, se trata de un estupendo primer libro de cuentos, de un joven narrador que se suma al grupo de nuevos narradores peruanos de fantasía. (Elton Honores)