El 23 de febrero del año 2011, La Biblioteca Nacional del Perú fue cerrada por decisión propia, para realizar el Inventario de sus fondos antiguos y valiosos, al encontrar indicios de que numerosos libros y documentos habían desaparecido de sus depósitos. El presente trabajo, describe la gestión inventarial sin omitir el contexto político y el tratamiento mediático que mereció la actividad. La narración de la sustracción de un libro en pleno inventario, ilustra la vulnerabilidad de la memoria cultural impresa. Analiza el discurso normativo del estado peruano sobre inventarios y su relación con la práctica institucional sobre el control patrimonial. (220)