Al pequeño Cristóbal Colón le gusta pasar las horas en el puerto, entre barcos y marineros. Un día, por accidente, se queda dormido en la bodega de uno de estos galeones y cuando despierta descubre que está a bordo de una embarcación repleta de piratas. Por si fuera poco, el jefe de estos piratas no es otro que el sanguinario Drago. Al pobre Cristóbal no le queda otra que ponerse a trabajar para los bucaneros. Pero no es el único a bordo que piensa en escaparse. Y es que en la despensa del barco permanecen prisioneros una princesa vikinga y su padre. Juntos trazarán un plan de huída que consiga poner en un brete a los terribles piratas. (Ilustraciones de Javier Argull)