Los cuentos de Brander Alayo Alcántara, bajo el título de Aventuras de la mariposilla, exhiben el don creativo del autor, y no faltan en dichas composiciones los destellos del aliento poético; la configuración de metáforas permite mantener las connotaciones literarias. Fantasía o imaginación creadora provocan el asombro del lector e invitan a la meditación sobre la natural y lo extraordinario.
En estos relatos sugerentes se advierte una visible compenetración con la naturaleza; pues, la literatura infantil siempre se ha nutrido de los elementos y fenómenos naturales. El animismo y la personificación vuelven sin duda en estos cuentos a motivar la fascinación y el encanto de los niños.
La mariposilla es un personaje singular dentro del conjunto de las mencionadas narraciones. Como en los cuentos clásicos de la literatura infantil, es una especie de hada milagrosa y compasiva que de manera extraordinaria soluciona problemas y situaciones de aflicción o desdicha para devolver la dulce alegría o cambiar el destino de los seres. En las alas de la mariposilla vuela la fantasía; en su corazón late la ternura; su presencia irradia solidaridad humana y amor a la naturaleza; sus nobles acciones son compatibles con el maravilloso mundo infantil.
Por otro lado, en cada historia contada, sin esfuerzo interpretativo se descubre el mensaje educativo; implícito o explícito, el sentido pedagógico de la sugerencia axiológica fluye sutilmente en estas narraciones breves y sencillas insufladas de candorosa ingenuidad propia de la sabiduría y de la emoción infantiles, como un evidente reencuentro del autor con su edad de niño. (Luzmán Salas Salas).