Boletín de Lima 162 contiene notas, documentos y artículos dedicados exclusivamente al Arte Rupestre. Las páginas iniciales reproducen comentarios de los cronistas desde el siglo XVI que pueden considerarse los antecedentes al estudio del arte rupestre en el Perú. Textos de Pablo Patrón (1887), Washington Cano (1919), Horacio H. Urteaga (1924), José A. Mendoza del Solar (1918), Edmundo Escomel (1940), Hans Horkheimer (1945) y finalmente Emilio Harth-Terrre (1973) ilustran el avance de la investigación en este campo. La parte documental registra el estado de conservación de Toro Muerto en Arequipa con fotos del año 1975 así como de otros cinco hallazgos que son Callacpuma (Cajamarca, 1958), Cocta (Amazonas, 2008), Cumbe Mayo (Cajamarca, 1950), Cungayo (La Libertad, 2003) y Chulucanas (Alto Piura, 1992).
El artículo principal de Rogger Ravines intenta reconocer el estilo, tratamiento y técnicas a partir de yacimientos arqueológicos con pinturas rupestres y artefactos asociados.
Un recorrido por Pucará, provincia de Lampa nos familiariza con la cueva de Saqra Wasi.
El tercer artículo analiza el repositorio rupestre de la cueva Lezana en la provincia de Lampa.
También se presenta una primera aproximación al estudio de las pinturas rupestres emblemáticos de Qelqatani de la región Puno.
Juan Palao Berstein nos presenta tres sitios con manifestaciones rupestres ubicados prácticamente, a orillas del Lago Titicaca.
Raúl Carreño Collatupa analiza los procesos de deterioro geológico de yacimientos con arte rupestre de los distritos de Sauri y Coporaque de la provincia de Espinar, Cusco.
Finalmente Alexis Reynoso Espina nos informa sobre petroglifos en el distrito de Balsapuerto, provincia de Alto Amazonas, Loreto.
Un conjunto de trabajos de suma utilidad para estudiantes y profesores de arqueología y turistas con intereses especializados en las manifestaciones de los primeros peruanos.