Arturo Corcuera
Un poeta de oficio<br>Breviario de Arturo Corchera Un poeta de oficio
Breviario de Arturo Corchera


Por Dimas Arrieta
Fuente: Variedades Nº 169, Lima 19/04/10

Breviario de Santa Inés (Lima: Lustraeditores 2009), de Arturo Corcuera, en impecable edición, gracias al poeta Víctor Ruiz, es una antología que conforma una poética única y personal, de gran aporte a la poesía peruana.


Arturo Corcuera es un poeta de oficio, con largas décadas en el combate afectivo y efectivo con el lenguaje. Creador de un mundo personalísimo de beneficios inmensos para la poesía. Noé Delirante (1964), por ejemplo, es una poética de irresistibles encantos verbales y de sólido manejo de los recursos expresivos. Creemos que, a Corcuera, solo le basta este libro para tener un espacio en la historia de la poesía peruana.

Perteneciente a la Promoción de poetas de 1960, y a la Generación (60-70), donde los vientos anglosajones peinaban la inspiración de los vates, no solo en el Perú, sino en todo Sudamérica; desde aquel entonces pareciera que un solo poeta fuera el autor de toda la poesía escrita, incluso, en lengua hispánica. Esto lo evidencian las antologías de poesía hispánica publicadas recientemente desde 1950 hasta el 2000.

Mientras tanto, Arturo Corcuera, entre otros, pusieron resistencia a esas modas e insistieron en lo que venían haciendo los de la Generación (40-50) de la poesía peruana, de persistir en la tradición de la poesía española, pero con los aportes de la modernidad de la lírica contemporánea. Poesía cuyo soporte lírico consistía en el trabajo de orfebrería con el lenguaje y la fijación del verso con el poder de síntesis que siempre ha identificado a la poesía de siempre.

La entrega que nos hace Arturo Corcuera con Breviario de Santa Inés, una selección de sus mejores páginas, diríamos mejor así: es una antología de su poética personal donde propone una mirada desde las intimidades de sus vidas en una universalización del arte mayor que viene a ser la poesía. Pero, como diría Jorge Luis Borges: "Nadie puede compilar una antología que sea mucho más que un museo de sus 'simpatías y diferencias', pero el Tiempo acaba de editar antologías admirables. Lo que un hombre no puede hacer, las generaciones lo hacen".

Creemos que Arturo Corcuera acierta con este sólido muestrario, primero de esclavizar la mirada observando la vida que nos rodean seres vivientes, en cuyos mundos de la ornitología, la fitología, entre otros, se contraen construyendo una biopoética, es decir, una poética de la vida. No es un juego lúdico con las palabras, sino es una conciencia que se sirve de lo lúdico del lenguaje para posesionarnos en la contemplación de la vida y la seriedad de una temática.
La mayor parte de la poética de Corcuera se ha caracterizado en la limpieza con el lenguaje, sin ripios, lejos de una retórica empalagosa con los anacolutos líricos, es decir, los versos que carecen de función o están de más en el poema: "Mientras la abeja liba, /mientras guardan el grano, / la cigarra, guitarra/ de la tarde, / incomprendida" (Pág. 13). Una poética trabajada con ese poder de síntesis, reiteramos, el verso corte pero dentro de la esencialidad de una imagen, y el jugo sabio de la metáfora.

Hay poemas que escarban el misterio, pero que a la vez son un muestreo de un esencial lirismo, el poema: "Mito del ojo de la Luna" (pág. 34), evidencias estas características. Una poética familiar es la unidad temática del libro, en especial, el hogar: pasado (en la infancia), presente con los hijos en ese ir y venir que llegan y se van de la calle Santa Inés en Chaclacayo. Poemas perfumados de nostalgia, de amor filial a los seres queridos, y es allí donde el poeta Corcuera redondea grandiosas faenas líricas.

Creemos que el Breviario de Santa Inés está construido sobre los altares del alma del poeta, donde la libertada canta, en su diversidad de temas y de amores. Un canto íntimo pero con esas aristas universales de un lenguaje accesible a la emoción nostálgica del hogar y de la infancia del poeta: "Hace años que no voy al cementerio a / visitarte, abuela, mamazoila, mamatola en / nuestra lengua de pilluelos, mascullar / cariñoso con el que te bautizamos para siempre. / Es en el cementerio donde menos te busco y / menos te encuentro. / No acepto hasta hoy saberte ahí emparentada, / tapiada, rodeada de muertos desconocidos / que murieron sabe Dios de qué tristezas, de / qué tercas enfermedades, de que / padecimientos inconsolables" (58).

Creemos que, estas páginas, cuya selección la ha hecho el propio autor son un acierto, textos redondos, de finos versos, donde algunos textos, a pesar del tiempo transcurrido mantienen esa frescura del día en que nacieron. Para finalizar, como nos dice el poeta Arturo Corcuera: "Es el poeta mar y al mismo tiempo río / y como mar y río no encontrará reposo."

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