Marcos Yauri Montero
Breve aproximación a la Novela Huarasina Breve aproximación a la Novela Huarasina

Por Marcos Yauri Montero
Fuente: La Primera, Chimbote 01/11/07

En Huarás la novela no fue un género que se cultivó en el siglo XIX, tampoco en los comienzos del siglo XX.

La novela es una forma literaria bastante joven; es un producto decimonónico que surge como consecuencia de la segunda revolución industrial europea. El maquinismo, el industrialismo y la aparición de los problemas sociales precipitaron su aparición. En el mundo actual de comienzos del siglo XXI, posindustrial, tecnológico, moderno, posmoderno, o como quiera llamársele, hoy es un producto altamente sofisticado; pues no puede ser de otro modo en el mundo de la tercera revolución industrial, donde las culturas se mezclan y reciclan haciendo vacilar sus referentes y exigiendo inclusive una redefinición de la cultura. Las lenguas que se mezclan, la presencia de las formas mediáticas, la televisión, el periodismo, el ciberespacio exige nuevas formas novelísticas.

El producto decimonónico demoró en llegar al Nuevo Mundo, por eso su aparición fue tardía en nuestros países. Y en el interior de los mismos, los centralismos, la incomunicación, la mediocridad y otros factores no permitieron su nacimiento y pronto desarrollo en las provincias.

En Huarás la novela no fue un género que se cultivó en el siglo XIX, tampoco en los comienzos del siglo XX. A partir de la segunda mitad de este siglo asomaron algunos conatos, caracterizados por su fragilidad. Al revés del cuento que tuvo una incursión mejor, la novela al parecer hasta hoy sigue ausente de la literatura huarasina. Los que se asomaron al cuento fueron varios, Tafur, Aurelio Arnao, Teófilo Méndez. De ellos solo Méndez merece ser citado como el que trató de cultivarlo con disciplina y seriedad, los demás, aparte de los mencionados, ofrecieron frutos inmaduros. Los cuentos de T. Méndez: Alma trémula y Almas enfermas merecen ser rescatados y nuevamente publicados.

Pero el tema de esta nota es la novela y volvamos a ella. A partir de los años 20 del pasado siglo XX algunos se le acercaron con mucho temor y fueron vencidos. Se habla que Ladislao Meza escribió novelas, pero lamentablemente nada se sabe de ellas. En una antología de la poesía ancashina elaborada y publicada por el poeta Julián Edmundo Henostroza, éste ha transcrito (sin mencionar la fuente) algunas páginas que más son prosas que desean ser poéticas, pero nada tienen de novela, ni aún de relato. Otras noticias sobre novela de autor huarasino no se tiene ninguna.

Después de la segunda mitad del siglo XX la literatura ancashina toda fue revolucionada; y es a partir de esta fecha que recién podemos hablar de literatura ancashina en castellano que asume una responsabilidad camino a la producción de una obra de arte. Aparecen poetas, cuentistas y novelistas, aunque pocos, pero que toman en serio la creación. Pero este acontecimiento tampoco ha propiciado el nacimiento de novelas escritas por huarasinos. Los huarasinos más son apasionados de la poesía, no aman la novela, ni leen novelas, problema que merece ser estudiado en todos los niveles.

Como un conato de novela es la nouvelle de Camila Estremadoyro aparecida en 1980 (¿), titulada: El primer amor nunca muere. Este pequeño texto vale por su delicada sensibilidad y sobre todo porque revela el empeño de su autora que se esforzó por crear una novela. Pero fuera de su dulzura y sinceridad, su trama, su ritmo, su técnica por deficientes, contribuyeron a su fracaso.

Camila Estremadoyro nació en Huarás en l915 en el seno de una familia de la alta sociedad huarasina. Muy joven migró a Lima con toda su familia que fue el tronco de muchos magistrados de prestigio. Habiendo estudiado en la Pontificia Universidad Católica se tituló de profesora y llevó a cabo una brillante labor. Aficionada a la astronomía fue asistente de sus hermanos que fueron brillantes y casi únicos astrónomos peruanos. Aparte de su amor a la literatura y a la astronomía fue una promotora cultural. A su influjo se debió la unión de varios escritores ancashinos que en 1989 publicaron el Tomo I de una colección que aspiró a tener varios volúmenes bajo el título de ANCASH. HISTORIA Y CULTURA. La dulce Camila falleció en Lima en el 2004. De toda su labor vale la pena ser rescatado su Diccionario Histórico del Perú.

Otro asomo de nouvelle fue la que escribió el pintor Rolando Guzmán Barrenechea, un amigo de la infancia en el barrio de la Soledad y con quien compartimos la educación primaria. Su intento de novela fue: Confesiones, que llegó a mis manos en el tiempo en que trabajé en la Imprenta Sánchez Hnos. que la imprimió en 1949. De factura romántica, relataba en tono autobiográfico los amores desesperados de un joven y una dama, los dos huarasinos. Su extensión era corta y modesta su presentación. Era pese a todo un texto prometedor; pero lamentablemente su autor no volvió a tentar otra escritura. Desapareció de Huarás a la que retornó tras varios años para morir herido por otro amor. De espíritu alegre supo entender el paisaje huarasino y lo llevó a sus cuadros con mucha luz y matices. Es posible que sus Confesiones hoy sea un texto irrecuperable. Perdido para siempre. Recuerdo que el pintor Chávez Bayona me contó que logró hacer un apunte de Rolando en su lecho de muerte en el Hospital de Belén.

Novela o novelas escritas por huarasinos han sido producidas fuera del ámbito de la ciudad. Es el caso de la novela Fata Morgana (Lima, 1994) escrita por Rodolfo Hinostroza, uno de los poetas importantes vivos del mundo castellanohablante (ex alumno libertano y descendiente de una vieja y distinguida familia huarasina), entre París, Mallorca y Lima. Novela extensa estructurada con intrepidez renovadora; su trama contiene una vida intensa entre amores, sexo, fiesta, la mayor parte vividos en Mallorca. Un ejemplar, el que me fue autografiado y obsequiado por su autor, está en poder del profesor y poeta Carlos Toledo Quiñones.

Prescindiendo de la nouvelle mencionada de Camila Estremadoyro y de Rolando Guzmán Barrenechea, no tenemos a la vista otro u otros intentos de autores huarasinos. Que Dios ilumine a la gente joven de Huarás para incursionar en la novela y poblar el desierto.

Datos del autor.
Marcos Yauri Montero (Huarás 1930). Licenciado en historia, es narrador, poeta y ensayista. Profesor de la Universidad Ricardo Palma y profesor honorario de la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo. Autor de numerosas novelas y trabajos de etnohistoria. Compilador y analista de la tradición oral quechua.
 
 

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