Carlos Thorne
De insurrecciones y guerras en el Perú del siglo veinte

Por Pedro Escribano
Fuente: La República, Lima 11/02/05

Está sentado en su escritorio. El escritor Carlos Thorne parece seguir rumiando las historias de violencia que acaba de publicar en su reciente libro de cuentos En las fauces de las fieras (Ed. Norma). Tres relatos, La duermevela del comandante, Mañana Mao y Cirila, tienen un hilo común, el de la violencia en el Perú. En el primero surge la figura del guerrillero Luis de la Puente Uceda; en el segundo, la gestación del maoísmo en el Perú; y en el tercero, recrea la barbarie de Sendero Luminoso y las heridas abiertas de las fuerzas de la represión.

Thorne esta vez se desengancha de su acostumbrada prosa decimonónica y, con más logros que caídas, sobre todo en Cirila, ensaya una escritura desde el registro de la oralidad.

"Lo que pretendo -afirma el escritor- es dar una visión sobre los últimos cincuenta años de lo que ha pasado en el Perú con respecto a la violencia, de cómo nos habíamos sumergido en esa ola en la que diversos personajes actuaban tratando de cambiar el Perú. Algunos utópicamente, sin recurrir al terrorismo; pero otros, los más recientes, apelaron al genocidio y a la violencia más despiadada".

 

-El cuento sobre De la Puente Uceda, disidente aprista que se hizo guerrillero, desvirtúa los principios de Haya de La Torre.
-Sí, claro. De la Puente se guiaba por las figuras continentales de Fidel Castro y Che Guevara. El Apra para mucha gente se congeló como una posibilidad revolucionaria. La guerrilla del 65 trascendió más allá de los postulados apristas. A juicio de los guerrilleros, los principios del Apra ya no representaban las aspiraciones legítimas del pueblo.

-¿Quiere decirnos que el Apra se traicionó a sí mismo?
-Mire, yo no lo digo. Le diré que el personaje se me escapó de las manos y empezó a actuar con toda libertad y refleja lo que pasaba en ese momento en el Perú. En este caso, mi mano ha sido conducida por el espíritu del personaje. El escritor a veces está sometido a la voluntad del personaje y es él quien iluminará la historia. Esa es la versión del personaje.

-¿Por qué eligió como protagonista a una mujer, en el cuento Cirila, para narrar sobre la violencia en los tiempos de Sendero?
-Porque fue la mujer quien sufrió más la violencia, no solo de Sendero sino también del Estado. Fue violada, torturada y asesinada tanto. Pero en mi historia, Cirila, quien de niña vino a Lima y cuando regresó a su pueblo mataron a sus padres, hermanos, para luego ser incorporada al senderismo, al final busca liberarse de ellos en un acto de dignificar su vida. Esa ha sido la lucha de muchas mujeres en nuestro país.

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