Santiago Roncagliolo
Santiago Roncagliolo: Santiago Roncagliolo: "El libro no juzga a Abimael"

Por
Fuente: Peru21, Lima 24/10/07

¿Quién es Abimael Guzmán? ¿Cómo llegó a hacer lo que hizo? ¿Por qué? Estas son algunas preguntas que el joven escritor peruano Santiago Roncagliolo, ganador del Premio Alfaguara con la novela Abril rojo, trata de responder ahora con La cuarta espada, investigación periodística nada ficticia.

¿Se ha convertido en un experto en marxismo, leninismo y maoísmo?
Crecí con El capital en casa. Y, por supuesto, con obras de Lenin y de Mao. Ya en la universidad, me interesó la crítica al marxismo de Habermas y de la escuela de Frankfurt. Y, finalmente, la crítica epistemológica de Popper y Berlin, citadas en el libro. Sin embargo, La cuarta espada no es sobre teoría marxista. Es un reportaje sobre personas. No me interesan sus fundamentos teóricos sino sus rasgos psicológicos. Y no me interesa hacer un libro para académicos sino uno que pueda leer cualquier peruano que quiera comprender cómo llegamos a tal violencia.

¿Abimael es un cobarde, un asesino o un gran estratega?
No creo que esté loco. Él sabía lo que hacía y, durante los primeros años, conocía el terreno mejor que el Estado, como muestra la obra. Él es un enemigo del Estado y tiene que cumplir una condena legal. Soy un defensor del estado de derecho y, por lo tanto, estoy en contra de lo que Abimael representa. Pero este libro no lo juzga ni le dice a nadie qué pensar. Los lectores deben sacar sus conclusiones, decidir a qué fuentes les creen y resolver, según sus ideas, los misterios que aún quedan.

En la obra sugiere que Guzmán es la encarnación del mal. ¿Lo cree en serio?
El libro no recoge nada que yo crea. Mi opinión es irrelevante. Sobre este tema, todo el mundo opina, pero pocos saben qué ocurrió. Así que cedí la voz a los protagonistas. El trato con las fuentes fue transmitir la historia tal como me la contaron, y lo cumplí con senderistas, con militares y con policías.

¿La condición de bastardo de Abimael influyó en su opción extremista?
Según su hermanastro, su abuela le recordaba constantemente que era hijo ilegítimo, y lo mismo hacían en su colegio. Según su hermana, la familia de su novia les prohibió seguir juntos. Parece que hubo un hijo de por medio. Después, él se dedicó a la política. En todo caso, Guzmán era un coctel peligroso: tenía la rabia de las clases oprimidas, pero el acceso a la educación de las clases altas. Y Sendero Luminoso fue dirigido por educadores.

¿Elena Iparraguirre es otro ser humano desbordado por la ideología?
Ella fue mucho más abierta y locuaz de lo que yo esperaba. El resto de los senderistas teme hablar a cara descubierta porque sus procesos están en curso. Pero ella sabe que tiene pocas posibilidades de abandonar la prisión algún día, y quiere contar su historia. En general, ellos no están avergonzados de lo que hicieron. Al contrario, están orgullosos.

Algunos han cuestionado su capacidad para abordar el tema por su condición de 'literato'. ¿Qué les diría?
Que no conocen mi carrera ni el libro. Yo no soy solo un literato. Colaboro con El País, con El Comercio y con otros medios de seriedad comprobada y de prestigio internacional. Y este libro no es una novela. No hay nada inventado. Es un reportaje rigurosamente periodístico. Las entrevistas están grabadas. Las fuentes están documentadas. Me interesa que critiquen mi trabajo, pero prefiero que lo hagan después de leerlo.

También se afirma que su libro no trae ningún aporte significativo sobre Sendero ni sobre Abimael.
Es difícil repetir algún libro porque no existe ninguno sobre Guzmán. Y menos con fuentes de Sendero Luminoso. Este, además, incluye un retrato de Elena Iparraguirre sobre su relación con Guzmán. Y una declaración muy elocuente de ella sobre la extraña muerte de Augusta La Torre. Y el testimonio del hombre que estuvo a punto de matar a Osmán Morote y que explica por qué sobrevivió al operativo 'Mudanza 1'. Y la versión de Nancy Obregón y de los campesinos cocaleros sobre la relación entre Sendero y el narcotráfico. Y una descripción de la vida cotidiana de Guzmán en la clandestinidad. Y pruebas de las luchas internas de Sendero durante el Congreso del 88, que cambió el curso de la guerra. Si alguien sabía todo esto, ¿por qué no escribió este libro? El interés internacional ha sido inmediato y, en el Perú, ya estamos por la segunda edición. Le habría ido bien.
 

Boletín semanal
Mantente al tanto de las novedades ¿Quieres ver nuestro boletín actual?
Ingresa por aquí
Suscríbete a nuestro boletín y recibe noticias sobre publicaciones, presentaciones y más.