Rocío Quispe-Agnoli
Escritura y resistencia en Guamán Poma de Ayala Escritura y resistencia en Guamán Poma de Ayala

Por Francisco Izquierdo Q.
Fuente: La Primera, Lima 03/09/06

La Nueva crónica y Buen gobierno, de Felipe Guamán Poma de Ayala (*), integra la formación social hispanoamericana, en un enfrentamiento cultural entre Europa y los Andes, con el surgimiento de nuevas formas de comunicar y actuar en la sociedad, en la reelaboración de los lados oral-tradicional y nativo-gráfico, deliberante para con la propia comunicación.

Los estudios en torno a este libro revelan su validez en la reflexión coetánea de identidades que devienen de la Colonia y que prevalecen vigentes en nuestro país y en Latinoamérica y que, asimismo, son suscritas al movimiento mundial de globalización.

En él, Guamán Poma se sirve de una textualización para expresar la subalternidad de la raza india, valiéndose de artificios y formas de expresión dominantes: la cristiandad y la escritura.

Éstos son los aspectos que aborda el libro La fe andina en la escritura: Resistencia e identidad en la obra de Guamán Poma de Ayala (Fondo Editorial de la UNMSM), de la estudiosa Rocío Quispe-Agnoli, un texto de vital importancia en el que la autora se vale de la existencia de sistemas amerindios de comunicación y registro de la información, de eficiencia equivalente a la escritura alfabética; además de la validez de estos sistemas a lo largo del imperio y de todas sus colonias.
 

La escritura

Guamán Poma toma la escritura como espacio posible de expresión y reflexión del entorno colonial. Dolor y reparación son los polos opuestos que el autor define por medio de la escritura alfabética, medios de comunicación andinos y tradiciones discursivas occidentales.

Con ello, su producción textual experimenta con la práctica de expresión, la escritura, el género dominante (la historia) y con discursos globalizados y de persuasión, como el religioso, legal, histórico, político.

Si bien, según Carmen Arellano Hoffmann, los discursos andinos son silenciados cuando los trascribe un autor europeo, éstos con Guamán Poma encuentran expresión a raíz de una posibilidad de reparación que el autor comparte con otros autores coloniales y medievales.

“Guamán Poma no hace más valida la visión andina. Complementa las otras versiones para aceptar el discurso oficial que viene de la crónica española. Él da el otro lado”, afirma Quispe-Agnoli, para también señalar que “esta crónica es una representación, un escrito.

Él es consciente de su perspectiva, pues el término ‘nueva’ implica que él vuelve a contarla. Además, cita a muchos de los cronistas previos y a personajes históricos. Los cita para corregir la historia”.
 

La resistencia

Frente al hecho de que si el autor usó la escritura como remedio, Quispe-Agnoli hurgó en el Archivo de las Indias, analizando el abundante material de la época.

La confrontación con documentos de la Colonia, producidos por otros indios, españoles comunes, e incluso virreyes, confirmó que la idea de remediar por medio de la escritura estaba generalizada. “Guamán Poma no estuvo solo.

Él se dio cuenta que el libro era una herramienta de persuasión, de poder legal, político, de manipulación del discurso. Así, si los indios querían estar situados en la sociedad colonial tenían que apropiarse de la escritura”, acota la estudiosa.

“Es importante resaltar que éste es un texto mestizo, producto del discurso indio e hispánico. Pero también, en él, está el discurso del sermón, un arma retórica persuasiva. Guamán Poma lo toma y quiere convencer al lector.

Una característica de los discursos europeos, donde, en este caso, los elementos andinos se combinan, como un palimpsesto”, agrega Quispe-Agnoli.
 

La cristiandad

Es respecto a la identidad de este texto, en donde se conjugan elementos para la identidad andina colonial prehispánica, que la estudiosa afirma que “es un indio hispanizado.

Da pautas de ser sabio, con muchos conocimientos, y para ello debe ser un buen cristiano, manejar herramientas del mundo occidental y también elementos andinos. Así, la identidad andina está idealizada, por ello sanciona al indio, al español.

Empero, no es tajante: en la Colonia lo bueno o malo está marcado por el hecho de ser un buen cristiano. También está la característica usual en los cronistas indios de decir su nombre, su linaje y que son buenos cristianos. Eso les da legitimidad. Si no eres cristiano no sobrevives en el mundo”.

Es frente a la pregunta: ¿Y la resistencia, en qué consiste?, que Quispe-Agnoli manifiesta tajante: “Radica en no acuñar lo europeo como tal, sino aprehendiendo sus elementos y usarlos para los intereses propios. Al final de cuentas, los indios son subordinados. Sólo tienen dos opciones: pelear y morir, o negociar, que es lo más inteligente”.

Con ello, la Nueva crónica y Buen gobierno no es sólo una narración desde “el otro lado” sino que se constituye como un texto utópico y fundacional de las letras hispanoamericanas para los actuales estudios de la Colonia.
 

El manuscrito

•En 1908, en la Biblioteca Real de Copenhague (Dinamarca), fue descubierto el libro Nueva crónica y Buen gobierno, de 1.179 páginas. Su publicación facsimilar (realizada por el Instituto Etnográfico de París) se hizo años más tarde, en 1936.

Este manuscrito, redactado hacia 1615, en español y abundante en ilustraciones, tenía el formato de una carta dirigida al entonces rey de España, Felipe III, y es un documento muy valioso que recoge datos sobre el Perú de finales del siglo XVI. El manuscrito (aún se conserva en Dinamarca) está firmado por un tal Felipe Guamán Poma de Ayala, un indio yarovilca, natural de Huamanga.

•El historiador peruano Raúl Porras Barrenechea piensa que la ruta que siguió este manuscrito tiene que ver con el embajador de Dinamarca en la corte española (1650-1655 y 1658-1662), Cornelius Pedersen Lerche, quien habría enviado el documento a la corte danesa.

Mucho se ha dicho sobre Guamán Poma desde el descubrimiento del texto, a principios del siglo XX. Con los años, las suposiciones e hipótesis sobre la vida de este autor y sobre la autoría misma del libro han sido descartadas o confirmadas.

•El libro es el retrato de la realidad andina y la solicitud a la Corona española de una reforma del gobierno para salvar al pueblo de los abusos cometidos por las nuevas autoridades.

Asimismo, la obra tiene una óptica aristocrática y racista: Guaman Poma no encuentra justicicado el poder de antiguos caciques despojados de autoridad sobre tierras que no les pertenecen; además, desprecia al mestizo, por considerarlo impuro.
 
(*) El cronista

Nació en 1536 y falleció en 1616, en Huamanga, Ayacucho. Era hijo de Don Marín Guamán Malqui y de doña Juana Cori Ocllo Coya, descendiente de Cápac Apoyarovilca, hija nieta del décimo emperador cusqueño Túpac Inca Yupanqui, quien dejó su panaca real bastarda en Huánuco marca (Huánuco viejo), antigua sede o capital del reino o confederación de los Guánuco Yarovilca y convertida por los Incas en una furtuosa ciudad capital regional política-económica, religiosa del Chinchaysuyo.
 

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