Carmen Ollé
“Atrás y mirar cómo se encienden los otros “Atrás y mirar cómo se encienden los otros"

Por Pedro Escribano
Fuente: La República, Lima 06/06/07
http://www.larepublica.com.pe/content/view/160521/28/

Su reciente libro entreteje tres géneros: la crónica biográfica, el ensayo y la ficción.

Carmen Ollé en los portales de la Plaza de Armas de Lima. Al lado, carátula de su último libro.


En su último libro la escritora Carmen Ollé realiza un gran viaje a sí misma. Un viaje que incluye el torrente de su tiempo y en el que vuelven a aparecer sus poetas héroes, sus amigos de ruta, sus sueños, sus querencias más personales. Pero Retrato de mujer sin familia ante una copa (Ed. Peisa) no es un testimonio de vida, sino un armonioso entretejido de ficción y realidad, de análisis, hondura crítica y nostalgia, en la que siempre, como fuego vivo, está asociada su irreductible pasión por la escritura.

–No autobiografía, pero sí desandar lo andado.
–No sé si desandar, pero entre otros temas salió éste. Recapitulo la época de los 80, también me voy más atrás hasta 1966. Supongo que he querido encontrar aquello que vincula esa Lima con la de ahora o aquello que las desvincule y que hace que sean dos ciudades diferentes tal vez donde ni yo soy la misma. Ni la ciudad ni yo somos lo mismo.

–¿Tu libro es una suma creativa de géneros?
–Un poco sí. Hay una parte de memoria que se rescata en el libro, pero también hay ficción. Son los tres componentes: ensayo, crónica biográfica y ficción. Siento que en el ensayo me suelto mucho, como se dice, con el ensayo me disparo. Yo me dije, voy a narrar como si estuviera haciendo un ensayo. Esa idea me gustó.

–No es novela ni cuento sino un libro de relatos y no necesariamente literario.
–Sí, el relato puede tener una naturaleza de crónica, puede ser una descripción, un viaje. El relato es un género que tienen las patas, digamos, en varios terrenos. Hasta el ensayo tiene de relato.

–¿No es confesión de parte?
–Nunca he pensado en hacer una confesión de parte. Y es que la memoria no es fiel ni verídica y la literatura mucho menos. La ficción literaria y el relato pasan por una serie de tamices, filtros, e incluso yo no sé si estoy diciendo la verdad, no recuerdo.

–Tu visión puede ser muy subjetiva, muy imaginada.
–Imaginada y trabajada y traficada con otras lecturas, con otras vivencias, a tal extremo que ya no sé a veces si lo que recuerdo lo he vivido, lo he imaginado o lo he leído en alguna parte.

–Has dicho que has escrito este libro porque te sentías una escritora virtual.
–Una ciudadana virtual. Yo creo que mucha gente se siente así porque va del trabajo a su casa y como no tiene muchos medios para salir ni hacer vida social vienen las relaciones amistosas o amicales a través de la computadora.

–Este libro por una humanización...
–Un poco eso y también haber pensado mucho sobre qué es vivir en el Perú, qué es ser mujer. También sobre las cosas cotidianas durante todos estos años.

–¿Rimbaud, Bolaño como demonios guías?
–Es increíble cómo vuelven. Ahora yo estaba viendo en mi escritorio y encontré las cartas de Rimbaud. Estaba haciendo una analogía con Bolaño aunque Bolaño es una leyenda diferente. Pero volvía a él para reflexionar y pensar un poco en la literatura y en los paradigmas que no sé si siguen vivos. Esa es la pregunta que hago en el libro, yo no soy categórica, sino que lanzo esto ahí para ver.

Poeta llamas

–El paradigma de los poetas como jinetes del Apocalipsis.

–Son poetas en llamas, quiénes más inflamados por la poesía y el arte que ellos... Y todos esos íconos han vivido al borde, al filo y son los que adoramos. Admiramos, unos sifilíticos, otros esquizofrénicos. Ya no es solo la obra sino también admiramos al personaje porque contrapone de alguna manera esa visión del maldito especulador de la bolsa, que es ahora el único modelo que se adjudica los éxitos en nuestro país. Todo quiere ser negocio y comercio. Quizá el único espacio para reflexionar sean, en otras maneras de vivir, los momentos en que uno escribe, pinta, etc.

–¿Carmen Ollé se resiste a dejar de ser una poeta en llamas?
–No, yo doy un paso atrás para ver cómo se encienden los otros (risas).

–¿Ahora qué estás planificando hacer?
–Estoy pensando hacer una instalación (risas). Me gustaría hacer una instalación plástica, una cosa que tenga un peso conceptual, pero también una parte artística y otra literaria también. Una cosa multidisciplinaria, me gustaría contactar con algunos artistas plásticos para hacer algunas cosas juntos.

–O sea, Carmen está en llamas...
–No me vayan a apagar, por favor (risas).

Perfil

Carmen Ollé. Nació en lima, 1947. Estudió Literatura en la U. de San Marcos. Residió por un tiempo en París. Ha publicado Noches de adrenalina, Todo orgullo humea la noche, Las dos caras del deseo, entre otros libros.

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