Carmen Mc Evoy
Intelectuales examinan su relación con el poder en la Historia del Perú. Intelectuales examinan su relación con el poder en la Historia del Perú.

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Fuente: Revista Caretas
http://www.caretas.com.pe/2004/1852/secciones/cultural.html

El pasado nunca deja de hablarnos. Sólo es cuestión de abrir los ojos, los oídos, la mente e iniciar un aprendizaje necesario para entender el presente y avizorar con certezas el futuro. Esa precisamente es la idea de este coloquio internacional organizado por la PUCP, donde se examinarán las relaciones entre los intelectuales y el poder desde lo social, lo político y lo simbólico. La coordinación del evento corre a cargo de Carlos Aguirre (Universidad de Oregon) y Carmen McEvoy (Universidad de South, Sewanee). Caretas conversó con McEvoy, autora de libros como "Forjando la Nación: Ensayos de Historia Republicana" (Lima,1999) y "Experiencia Burguesa en el Perú" (Iberamericana, 2004; lo presenta el próximo 13 en el Instituto Riva Agüero) y ganadora de la beca Guggenheim por un proyecto donde estudia el proceso de construcción del imaginario nacionalista durante la Guerra del Pacífico.
 
-¿De qué manera los intelectuales pueden abrir las puertas de sus círculos a la gente de a pie ? 
-Democratizando el conocimiento. Un momento germinal en este tema fue la sociedad Amantes del País y su publicación "El Mercurio Peruano". Fue la primera vez que los intelectuales locales imaginaron el Perú. Por eso escribían con simplicidad. Ellos entendieron que el intelectual tiene que ser un intermediario que organiza los términos de la discusión para que las personas se incorporen a un debate que les compete. 
 
-¿Y qué tiene que pasar para que eso se materialice ahora? 
-Hay que eliminar las nociones jerárquicas. La actitud del intelectual debe ser inclusiva y no exclusiva. 
 
-¿Históricamente cómo ha sido la relación del intelectual con el Estado? 
-De maltrato. Después de la independencia, los caudillos construyeron el Estado. Nosotros no tenemos un Andrés Bello que es el ideólogo de la reconstrucción cultural del Estado chileno. En ese caso el poder entendió que necesitaba del intelectual para legitimarse, para justificarse. En el Perú, en cambio, el poder fue de los caudillos porque si tienes un arma no necesitas que nadie te justifique. Es cierto que estuvieron estos "hombres de traje negro" de los que habla Basadre, que son los que firman decretos y escriben constituciones, pero realmente no tuvieron un rol fundamental en la creación de una cultura cívica. Al caudillo no le interesó. Allí está el inicio del divorcio entre el intelectual y el poder. 
 
-¿Y este divorcio qué produce? 
-Primero que los intelectuales busquen su espacio fuera de las fronteras del país, que es lo que ha pasado con muchísimos. Otra consecuencia es arrojarnos a los brazos del pesimismo.
 
-¿Por eso algunos señalan que este país es inviable? 
-Claro, lo cual es totalmente absurdo. Lo que pasa es que no terminamos de entender que el Perú se ha mantenido como Nación pasando por la peor guerra de la independencia -donde confluyeron todos los ejércitos- seguida de una cruenta anarquía. Después de la guerra del Pacífico nos pudimos dividir en 40 estados, pero seguimos. Este país tiene algo en sus cimientos que lo lleva a unirse en la diversidad que lo define. La tarea de los intelectuales es reforzar estos lazos que nos unen.
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