Hace veinte años causó gran revuelo con la publicación de su libro "Desborde Popular y crisis del Estado", en el que hacía un certero diagnóstico del proceso migratorio. Hoy el antropólogo José Matos Mar sorprende con nuevas conclusiones sobre el sistema político y ve un nuevo polo de crecimiento, ya no en las barriadas de Lima sino en las regiones. Actualmente reside en México en donde es profesor de la Universidad Autónoma.

 

¿La migración de la que usted hablaba hace 20 años ya se ha detenido?

Ahora ha habido una pausa. Ya no creo que sea la migración fuerte de la década del ochenta. Hay una cosa más moderada y también hay gente que está volviendo a las provincias. 

 

¿Hubo una motivación colectiva que originó esta migración? ¿Cuál es su interpretación?

Estos migrantes que vinieron sobre todo de la sierra le dijeron al Estado: Se olvidó usted de nosotros. Reclamaban su soberanía, ser actores de la vida nacional. 

 

¿Y cuáles son las consecuencias de movimiento aparentemente detenido?

Yo creo que toda América Latina está en alerta. La democracia en la que vivimos es muy precaria. La gente vota, cree ejercer sus derechos, pero no los tiene. Lo peor es que los partidos políticos se mueven sólo para el momento electoral y después se esfuman. Por ejemplo, las elecciones en el Congreso son sólo una lucha por las vicepresidencias, los cargos públicos, las comisiones, pero no hay ningún mensaje. Lo más grave es que este es uno de los gobiernos más precarios de nuestra vida republicana.

 

Sociedad a Media Caña 

 

Más que un diagnóstico, esas parecen las conclusiones de una autopsia...

Lo que pasa es que no hay país. La sociedad peruana está inconclusa, a media caña . Hay que vitalizarla, fortalecerla, hacerla de nuevo. Por eso fracasan todos los gobiernos. Porque la República que creamos en 1821 está a medio hacer. No somos como los franceses o los japoneses que tienen una serie de símbolos que los hacen sentir orgullosos de lo que son.

 

Sin los partidos tampoco nos quedan muchas alternativas...

Yo creo que hay líderes políticos, que no están en el gobierno pero que son las grandes figuras. Son una generación de 30 a 45 años en cuyas manos está el destino del país. Están luchando solos en este momento. Pero creo que en dos años vamos a tener sorpresas. 

 

El problema es que los partidos políticos parecen haberse dado cuenta de esta misma situación y ante la aparición de estas figuras han aprobado una ley, que pone trabas a la formalización de estas alternativas...

Creo que sería más positivo que reformulen sus cuadros y su estrategia, que se robustezcan. Lo que pasa es no tienen ideas modernas de cómo gobernar. 

 

Por ende no tienen la capacidad para llegar solos al gobierno...

No. Primero tienen que tener equipo. México tiene una tecnocracia de más de 100 mil personas, todos jóvenes que hablan no menos de dos idiomas, con varios Ph.D y que tienen un manejo impresionante de la cosa pública. Esos son los cuadros que faltan. 

 

Pero de cara a las próximas elecciones, los partidos ya no tienen tiempo para formar cuadros de esta calidad...

No piense así. Ahora pueden mandar cien jóvenes a los países desarrollados para aprender rápidamente esto que le digo, ya que ahora el conocimiento se adquiere velozmente. 

 

¿Y ante la carencia de cuadros no sería mejor que se formen alianzas entre partidos?

Ese es otro cuento. Primero deben tener un equipo que jueguen bien a la política. Una vez ordenados, es necesario que todos se unan en un solo frente, de lo contrario nadie saldrá adelante. 

 

Se crecen las regiones 

 

¿Y no cree que ante estas carencias en los partidos, han aparecido una serie de movimientos regionales, como el de los cocaleros, con reivindicaciones muy particulares y hasta peligrosas? 

Lo que pasa es que por primera vez en el Perú está surgiendo un movimiento regional nacionalista y de envergadura. Es la movilización de la llamada sociedad civil, que tiene la pujanza de las provincias y que, por ejemplo, participó en la marcha de los Cuatros Suyos. Está encarnada por frentes regionales, maestros, hasta estudiantes. 

 

Esto coincide más o menos con el frente amplio propuesto por Alan García. 

No se puede negar que García es el más avanzado. Pero ya le dije que detrás de esto también hay una serie de líderes jóvenes que pueden mover a la sociedad civil para que les imponga nuevas reglas de juego a los partidos. 

 

¿Estos personajes también pueden encajar en el perfil del outsider?

Puede ser. Pero ya hemos pasado dos veces por la etapa del outsider. Fujimori fue el primero y Toledo el segundo. Los outsiders nos pueden salir caros. 

 

¿Puede haber un tercero?

Claro. Pero a este tercero hay que cuidarlo mucho. Debe ser culto y también político, pero sobre todo estadista. No se puede gobernar sólo con saber de economía. Este es otro negocio.

 

¿Y este frente regional también puede ser el caldo de cultivo para la reaparición de grupos como Sendero Luminoso?

Pero claro. Hildebrandt lo ha dicho claramente. El gobierno está trabajando para que vuelva Fujimori y también Sendero. Esto se debe a que hay un enorme vacío político. 

 

Y en este escenario cualquiera puede pescar a río revuelto...

El Perú es inviable por eso. Porque cualquier cosa puede suceder. Puede haber un golpe de Estado, una explosión social o el mismo Sendero Luminoso que ya tiene un nuevo discurso y nuevas armas.

 

"Lima se extenderá desde Chancay hasta Chincha"

 

¿Qué ha cambiado desde que usted advirtió sobre el desborde popular y las migraciones?

En estos veinte años ha habido cambios radicales pero no sólo en el Perú, sino en el mundo. Ahora hay una potencia única que ha establecido un nuevo orden. Con esto colapsó todo un sistema de ideologías y partidos políticos. 

 

¿Y de qué manera nos afecta?

Primero debemos entender que América Latina ha perdido peso en este juego mundial. Allí estamos nosotros. Antes teníamos un cierto significado para el mundo. Ahora estamos en la cola. Lo que quiero decir es que han ocurrido cosas en los países desarrollados que han afectado la vida del Perú, pero nada de esto ha sido motivado por nosotros mismos. 

 

Al menos debemos haber hecho algo para ponernos en la cola del mundo...

A mí hay otras cosas que me llaman la atención. Por ejemplo, todas las barriadas de Lima que se convirtieron en distritos. Por su ubicación física se han conglomerado en tres espacios claves. Uno en el cono este, otro al norte y el último en el sur. En estas poblaciones hay más de 5 millones de habitantes, con no menos de $200 de ingresos mensuales. Este es el grupo que ha tenido éxito. 

 

¿Y hasta dónde van a llegar?

Considero que Lima se va a convertir en una gran metrópoli que llegará hasta Chancay por el norte, hasta Chincha en el sur.