Jeremías Gamboa
Sueños de fuga Sueños de fuga

Por Manuel Eráusquin
Fuente: Correo, Lima 02/09/07

Soledad, desgarro y una constante búsqueda de identidad son las condiciones desde las cuales los personajes de Punto de fuga (Alfaguara, 2007), conjunto de relatos de Jeremías Gamboa, libran sus batallas personales, muchas veces perdiendo conmovedoramente, pero sin ser despojados de sus mejores armas: honestidad y dignidad.

Correo: Se nota que en la concepción de tu libro has mantenido una unidad entre todos los cuentos. ¿Cómo te planteaste esta propuesta creativa?
Jeremías Gamboa: Antes de este libro me planteé dos libros con una visión unificadora, pero predeterminada, y los dos se desbarrancaron, no funcionaron. Lo único que tenía claro cuando escribí el primer libro, era que el cuento, "La visita", iba a ser el cierre de un conjunto de relatos, algo que se ha realizado con la publicación de Punto de fuga. Luego escribí durante algunos años varios cuentos. En principio, los hice uno por uno, que para mí fue una mala decisión. Después todos juntos. Cuando los terminaba empecé a reconocer puntos de contacto, coherencias, ciertos elementos que los entrelazaban a nivel de preocupaciones, de percepción de ciertos objetos o motivos, y también a nivel de sensaciones, de aspectos emotivos, estímulos que los relatos activaban en mí primero y seguro ahora en el lector.

C: Todo un proceso de exploración en el devenir literario.
JG: Claro, porque una vez que empecé a descubrir eso pude distinguir los cuentos que no formaban parte de esa sensibilidad específica y me fui quedando con estos ocho relatos que conforman Punto de fuga, historias que poseen una interpenetración y que me parece indicaron su orden, su propio lugar en el libro.

C: Una de las características de Punto de fuga es la gran carga emotiva de los personajes, todos ellos seres desgarrados y solitarios.
JG: Yo creo que eso podría ser una de las líneas que unifican los cuentos, elementos que descubrí para darle una unidad al libro. Ahora, esos procesos son inconscientes. Pero de lo que sí tenía conciencia es de que todos los personajes enfrentaban destinos inevitables, que todos se encontraban en un carril del cual no podían huir, aunque con deseos de hacerlo.

C: Tus personajes se caracterizan por ser bastante intensos, pero también parecen mutilados.
JG: Quizás este sea un libro de personajes humildes, desmoronados o mutilados por la sociedad, seres anónimos con procesos complicados. Pero en todos ellos hay algo que los emancipa y los hace entrañables y es que todos tienen una suerte de mutilación, pero esta no es moral ni afectiva: todos mis personajes quieren, aman, sienten con honestidad y dignidad.

C: La ciudad se presenta como un espacio de constantes aceleraciones, donde se manifiesta la crisis de identidad.
JG: Yo creo que esta es una preocupación de vivir en la ciudad, pues al formar parte de tantos espacios a la vez, muchas veces indistintos entre ellos, siempre nos estamos preguntando e indagando de qué estamos hechos y en dónde nos ubicamos. El libro ocurre todo en Lima, una ciudad que experimenta procesos acelerados de desplazamientos de toda índole: hay un mestizaje mucho más profundo que antes, hay una movilización social-cultural muy fuerte. Tenemos la sensación de que no abordamos o desconocemos toda la cuidad.

C: Y en el libro, además, se maneja otra representación de la urbe.
JG: Acaso este libro intenta dar otra imagen, que de pronto es la del tipo que está haciendo cambiar lugares como Miraflores. Como el protagonista del cuento "El edificio de la calle Los Pinos", que es un nuevo actor en ese espacio, puesto que él llega del Rímac, digamos un nuevo miraflorino. Pero un miraflorino que está en la aspereza de habitar un lugar que antes era de otro tipo de personajes. Quizás este sea uno de los valores del libro: representar esta urgencia por habitar nuevos espacios y hacerse de ellos.

C: Otro elemento importante es la presencia del periodismo en varios relatos. Una presencia incluso conflictuada.
JG: Es interesante esto, porque los periodistas que se presentan en el libro quieren huir del periodismo, pero lo que encontré al culminar los cuentos es que el libro está hecho de periodismo. Eso me encanta y yo soy periodista y en un momento no me sentí tal y renuncié al periodismo para ser escritor, igual que el personaje de uno de los cuentos. Lo que me pasa ahora es que soy periodista y soy escritor. O mejor, soy escritor y también soy periodista. Y yo he erigido un poco mi estilo sobre la base de lo que había conquistado como periodista, porque no he dejado de serlo. Así, soy un periodista que ha usado su oficio para hacer literatura.
 

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