Gustavo Flores Quelopana
Vigencia de las utopías sociales clásicas Vigencia de las utopías sociales clásicas

Por Gustavo Flores Quelopana
Fuente:

La Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Enrique Guzmán y Valle “La Cantuta”, Alma Máter del Magisterio, y el Centro de Estudios de Filosofía “César Augusto Guardia Mayorga”, me ha requerido para que en esta solemnidad en que se celebra el I Congreso Nacional de Estudiantes de Filosofía “Filosofía, ciencia y educación en las Contemporaneidad”, y dentro de límites de tiempo muy precisos, diga algunas breves palabras sobre “La Vigencia de las utopías sociales clásicas”. *

Sin embargo antes de cuanto yo haya de decir como filósofo, permitidme expresar el sentimiento casi punzante que sobre mí ejerce el momento, este momento nuestro, lleno de dificultades turbias. ¡Nunca, en ningún tiempo de la historia fue más evidente la crisis y el deterioro del pensamiento utópico! ¡Nunca, en ningún tiempo de la historia conocida, la humanidad se halló en tan grave peligro de hundirse! ¡Nunca, como hoy, es más necesaria y más difícil la repotenciación de las utopías sociales! No encuentro otras palabras para expresar mi verdadero pavor ante el creciente abandono de los valores y la pérdida del humanismo, crepúsculo gris e informe que afecta no sólo este o aquel país, sino a todo el mundo llamado civilizado. Pues, no sólo la filosofía ha renunciado a buscar la verdad para limitarse a un juego de interpretaciones, sino que se experimenta en la vida cultural y social un aumento del pesimismo relativista, del escepticismo frívolo que se encubre con el lenguaje de la defensa de una tolerancia sin límites. Reina una espantosa indiferencia hacia el conocimiento, indiferencia metafísica y de su olvido nihilista. En realidad Heidegger piensa como Nietzsche que fueron Sócrates y Platón, filósofos de conceptos que sometieron el ser al yugo de la idea. Precisamente esta tergiversación está relacionada con la forma posmoderna de la ontología como filosofía antiesencialista y viene a ser en sí misma la causa fundamental del reemplazo de la teoría del conocimiento por la hermenéutica y de la crisis del pensamiento utópico.

Comenzaremos por la definición de la utopía luego pasaremos a considerar su valoración histórica, acto seguido haciendo una bisección anatómica señalaré sus elementos internos para luego proseguir con sus variedades históricas, proseguir con la llamada utopía hermenéutica y finalizar con algunas consideraciones críticas.

DEFINICION DE UTOPIA.-


    - Género literario y filosófico creado por Tomás Moro en su obra “Utopía” basado en la planificación ideal de una forma de gobierno perfecto, a la cual se le ha añadido posteriormente la acepción de ‘irrealizable’ (utópica).
    - Ideal político, social y religioso irrealizable (Platón “La República”, Campanella “La Ciudad del Sol”, Bacon “La nueva Atlántida”).


VALORACION DE LA UTOPÍA.-


    - Compte confió a la utopía la tarea de mejorar las instituciones políticas y desarrollar las ideas científicas
    - Marx condenó como utopistas las formas de socialismo de Fourier, Saint-Simon y Proudhon
    - Sorel opuso la utopía, obra de teóricos, al mito, obra de revolucionarios
    - Mannheim considera que la Utopía tiende a realizarse mientras que Ideología no


ELEMENTOS DE LA UTOPÍA.-


    - Profético, anuncio de acontecimientos del porvenir
    - Escatológico, referente a las cosas últimas de la historia o del futuro
    - Cientista, conformada por observaciones útiles y genuinamente objetivas
    - Moralistas, recomendaciones para mejorar la conducta social e individual


VARIEDADES DE UTOPÍAS CLÁSICAS.-


    - U. Milenarista, unido al mito arcaico de Fundación y al mito de la Promesa
    - U. Racionalista, que confía en la razón para los cambios sociales
    - U. Cristiana, predica la perfecta Ciudad de Dios ante la concupiscente Ciudad Terrestre
    - U. Apocalíptica, busca establecer el Reino de los evangelios
    - U. Cabalística, preconiza el destino místico-revelado del mundo.
    - U. Imaginarias, propone exploraciones ficticias (Cirano de Bergerac, Fenelón, Variasse)
    - U. Iluminista, extiende la crítica de la razón a todos los campos sin excepción
    - U. Positivista, amplía el método científico a la organización de la sociedad humana
    - U. Marxista, preconiza que cambiando el ser social se transforma la conciencia social
    - U. Liberal, búsqueda de un mundo donde prime la libertad sobre la autoridad
    - U. Hermenéutica, propone un mundo pluralista sin estructuras objetivas de la realidad
    - U. Naturalista, lo cultural es funcional por tanto hay que adaptarse al determinismo genético (R. Dawkins)


CLASIFICACIÓN DE LAS UTOPÌAS.-


    - U. Cientistas, aquellas que ponen mayor énfasis en el elemento científico, en la episteme, (Racionalista, Iluminista, Positivista, Marxista, Naturalista, Liberal) y que son mayormente de raigambre occidental
    - U. Escatológicas, las que colocan la mayor importancia en el elemento intuitivo, irracional y mistérico (Milenarista, Cristiana, Apocalíptica, Cabalística, Imaginaria) y que son o padecen el influjo de las civilizaciones orientales
    - U. Interpretacionistas, enfatizan la racionalidad interpretativa, el nihilismo escéptico y el pluralismo.


LA UTOPÍA HERMENÉUTICA.-


    - Sostiene que todas las utopías clásicas son falsas porque se basan en un fundamentalismo metafísico que supone una estructura objetiva de la realidad
    - El fin de las utopías clásicas representa el fin de la modernidad misma
    - El fin de la modernidad exige ir hacia una racionalidad histórico-interpretativa
    - La racionalidad interpretativa rescata la dimensión utópica pluralista y nihilista
    - Ha sonado la hora del naufragio de las Utopías esencialistas y su reemplazo por las Utopías antiesencialistas, no metafísicas y anti fundamentalistas
    - Vattimo (Nihilismo y emancipación, 2003) reconoce la necesidad de una izquierda no metafísica, más pragmática y desideologizada, que asuma la autonomía de la política y abandone la interpretación metafísica entre justicia y derecho


CONSIDERACIÓN FINAL.-


    - El pensamiento utópico occidental ha entrado en una seria crisis histórica tras el derrumbe del socialismo real y el desencanto de la globalización neoliberal. Lo que se viene imponiendo es un pragmatismo anético, sin valores y ramplón que va decantando un peligroso derrotero histórico para nuestra civilización.
    - ¿Tendrá razón la filosofía hermenéutica posmoderna al sostener que la nueva utopía
    de nuestros tiempos es la U. nihilista que busca un mundo donde se respeten la pluralidad de interpretaciones y la libertad de cada uno? ¿es acaso cierto y justo afirmar, como lo hace la filosofía posmoderna, que todas las U. clásicas han pretendido imponer la libertad y la democracia mediante la violencia armada, como es el caso de la lucha norteamericana contra el llamado eje del mal?
    - Pero ante la interpretación hermenéutica surge la pregunta ¿Si no hay verdad objetiva ni principio de realidad, si no hay ser sino evento interpretativo, entonces cómo legitimar la libertad, la justicia y el derecho?
    - Lo cierto y constatable es que por un lado no todas sino algunas U. esencialistas ponen en peligro la libertad del individuo, y por otro lado, las U. antiesencialistas buscando preservar la libertad humana ponen en peligro la posibilidad del conocimiento y de la verdad misma
    - En conclusión, el pensamiento Utópico que se debate en el presente en una profunda crisis resuelve su vigencia al no entregarse en brazos del relativismo escéptico ni caer bajo el peso del fundamentalismo dogmático.



* (Conferencia pronunciada el 23 de Setiembre del 2008 en la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Enrique Guzmán y Valle “La Cantuta” con motivo del I Congreso Nacional de Filosofía.).
 
 

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