Jorge Eslava
El amigo imaginario de los niños El amigo imaginario de los niños

Por César Sarria
Fuente: El Comercio, Lima 12/02/08
http://www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2008-02-17/el-amigo-imaginario-ninos.html

De poeta atormentado a escritor de tiernos y aleccionadores cuentos infantiles. Asegura que para poder escribir para los niños hay que pensar y sentir como ellos

¿Le contaba cuentos a sus hijos para hacerlos dormir?
Muy a menudo. En la noche, en el almuerzo, en los largos caminos desde La Punta, donde teníamos nuestra casa, hasta los colegios. Eran cuentos no muy ingeniosos, pero al menos los mantenía entretenidos.

¿Cree que eso le sirvió como un entrenamiento para escribirle ahora a los niños?
De hecho. Aunque en esa época pensaba que carecía absolutamente de fantasía y humor --condiciones básicas para escribir para niños--, con esos cuentos estaba ejercitando distraídamente mi capacidad de fantasear e imaginar, aspectos que puse a prueba hace 10 años, cuando escribí mi primera novela para niños.

¿De qué trataba esa primera novela?
El tema surgió de una de las historias que le conté a mi hija cuando tenía unos 8 años y a raíz de una pregunta que me hizo. Me preguntó que si todas las sombras eran negras.

¿Qué le respondió?
Luchando contra ese impulso natural de pensar como adulto, le respondí que casi todas, que había una niña que tenía la sombra de colores cuando estaba de buen humor y que cada persona que la pisaba se curaba de la tristeza.

Terminó publicándola...
Yo trabajaba en Santillana dictando talleres para profesores y la editora me preguntó si tenía algún cuento para niños. Pensando en esta historia, les dije que sí. Me metí en un problema, porque al intentar pasarla al papel no pasaba de cuatro o cinco páginas. La tuve que extender.

¿Cuál es la mayor diferencia entre escribir para adultos y para niños?
El ejercicio de la escritura no es la operación mecánica de sentarse frente a una computadora y escribir. Es necesaria toda una disposición de vida. Presto mucha atención a la infancia, a la mía y a la ajena. Es fundamental estar muy receptivo a los intereses, el lenguaje y la sintaxis que utilizan, a las películas que ven y a sus juegos. Si no es muy difícil que te entiendan y terminan por aburrirse. No basta tener el alma de niño, hay que tener el cuerpo dispuesto a rasparse las rodillas.

Para escribir su novela "Navajas en el paladar" tuvo que convivir con niños de la calle en un entorno despiadado. ¿Cree que esa experiencia le sirvió de algo para escribir historias infantiles?
Es difícil decirlo. Esa experiencia extrema en mi vida me sumió en una especie de catatonia que no me permitió escribir por varios meses y cuando volví a hacerlo se me ocurrió lo de la niña de la sombra de colores. Lo que sí puedo decir es que fue una vivencia que me hipersensibilizó en el terreno de la infancia.

¿Cómo cree que afecta la literatura a un niño?
La lectura es una forma de comunión de una voz misteriosa de origen desconocido y un niño. Un texto bien escrito, con temas bien planteados y con humor va a trastocar la vida de ese lector sin importar que sea pequeño o grande. Eso sí, creo que es importante que los adultos que están alrededor de esos niños desarrollen estrategias inteligentes de estímulo.

El Capitán Centella, un pirata tuerto que lucha contra los enemigos del medio ambiente, es uno de sus personajes más conocidos. ¿En qué se parece a ese personaje?
Ambos padecemos de una visión defectuosa, somos impulsivos, temperamentales y, al igual que al capitán, me acompaña un loro, en mi caso imaginario, que me provee de cierta cordura.

¿Son igual de preocupados por el medio ambiente?
Aunque no soy un verde militante, sí soy una persona sumamente preocupada por cómo maltratamos el planeta. Muchas batallas por el medio ambiente se pelean íntimamente y tienen que ver con el sentido común y el respeto de normas elementales de convivencia.

¿Su objetivo es enseñar a los niños a que protejan el planeta?
Desde luego. A través de estas aventuras, El Capitán Centella se enfrenta a enemigos muy personalizados como el Comandante Smog, que no es más que la contaminación, o el Doctor Stromboli, un científico que hace experimentos con animales. Intento llamar la atención de la manera irresponsable con que los adultos manejamos el tema.

¿Qué le espera al Capitán Centella en los próximos libros de la saga?
En el número 5, que se presenta este mes, se enfrentará al enemigo más poderoso que ha tenido hasta ahora y perderá, para luego recuperarse y, en el 6, vencer a toda la pandilla de malos junta. Luego lo lanzo como candidato para el Ministerio de Medio Ambiente.

¿Cuál ha sido la mayor satisfacción que ha tenido en estos diez años de escritor infantil?
Cuando visito los colegios, me siento una estrella de rock. Me reciben con pancartas y carteles. La editorial Santillana organiza visitas a los colegios y en algunos de ellos tengo mi club de fans. Eso es algo tremendamente emocionante.

El perfil

Tiene 54 años y tres hijos, de 26, 20 y 14 años. Estudió sociología y literatura en la Universidad Mayor de San Marcos.

El poemario "Territorio" (1989) y la novela "Navajas en el paladar" (2002) son consideradas sus mejores obras para adultos. "El Capitán Centella" es su personaje más importante de literatura infantil.

"El libro del capitán", una serie de ensayos y testimonios dirigidos a los docentes de literatura infantil, saldrá en julio.

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