Domingo De Ramos
“El poeta acusa recibo de la violencia de su tiempo” “El poeta acusa recibo de la violencia de su tiempo”

Por Jack Martínez
Fuente: La Primera, Lima 02/01/07

Domingo de Ramos (Ica, 1960) fue cofundador de Kloaka, el movimiento poético de mayor relevancia en los primeros años de la década de los ochenta. Las voces de sus integrantes aún resuenan con fuerza en el ámbito literario nacional y muestra de ello es la publicación de Pastor de perros (Estruendomudo), una antología que recoge los mejores poemas del vate mencionado.
 

–Una antología como Pastor de perros, con poemas escritos en diferentes momentos y circunstancias, conlleva a preguntar qué etapas reconoce a lo largo de su trayectoria...
–No me he detenido a observar detalladamente las diferencias entre uno y otro poema. Sin embargo, puedo decir que desde mi primer libro, Arquitectura del espanto, que se publicó en 1988; hasta Las cenizas de Altamira, aparecido en 1999, hay un ciclo marcado por un lenguaje accesible. Pero es a partir de éste último libro que mi lenguaje cambia para volverse más hermético, estilizado, elaborado y con abundante referencias culturales.

–¿A qué le atribuye estos cambios?
–Lo hermético tiene que ver, bajo mi punto de vista, con la necesidad de expresar la velocidad con la que se mueve la realidad. Y por ser éste un movimiento caótico, la ilegibilidad de algunos poemas reemplaza a lo absurdo de la realidad.

–Al principio se refería también a los elementos culturales que aparecen en sus poemas. Así, se leen en los versos referencias musicales, como de Pink Floyd, Black Sabbath; o productos manufacturados, como Coca-Cola o Marlboro...
–Al insertar estos productos en el discurso poético doy cuenta de la época de la que estoy hablando, de un estado de ánimo, de alguien que está recorriendo vitalmente una ciudad. Además, con la inserción de estos elementos la voz no es lírica, sino cotidiana; pero no coloquial. De esta manera la lectura se tensa entre la poesía y la realidad inmediata.

–Habla de la realidad. Y eso conlleva a preguntar por el “famoso” compromiso del poeta...
–Bueno, el primer compromiso es con la poesía misma. En segundo lugar, el compromiso es con la sociedad. Pero esto último no se debe confundir con una actitud panfletaria, ideologizante ni partidaria, sino como algo que se desprende del texto. Recordemos que el poeta acusa recibo de la violencia de su tiempo y su mundo. En ese sentido, es imposible no percibir, de una u otra manera, lazos entre su poesía y su realidad circundante.

–¿Cómo ve la poesía peruana joven?
–Bueno, yo tengo un contacto cercano con muchos jóvenes poetas, pero veo poéticas muy dispersas. Es cierto que es interesante la variedad. Veo a los poetas como integrantes de un bosque extenso, pero en ese bosque no veo el árbol que indique hacia dónde apunta esa poesía.

–¿Es algo distinto a lo practicado en su momento por Kloaka?
–En aquel entonces sí teníamos una poética definida, sabíamos a dónde íbamos y qué queríamos. Se creía en colectivos. En procesos. Con cierta ingenuidad política, es cierto, pero por lo menos se tendía a ir a un norte. Ahora no hay ni grupos, ni norte. Solo una individualización acérrima y cerrada, sin referentes.


Dato

Domingo de Ramos participó recientemente en el Congreso de Poesía Peruana realizado en la Universidad Complutense de Madrid. Luego fue invitado a dar dos recitales en Alemania.
 

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