Aquilino Castro Vásquez
El historiador de la nación huanca El historiador de la nación huanca

Por Virginia Vilchez Samanez
Fuente: Librosperuanos.com
Lima, 15 julio de 2006

El historiador y maestro Aquilino Castro ha dedicado gran parte de su vida a esclarecer el rol que jugaron en la historia peruana los huancas, etnia que habitaba en el Valle del Mantaro, en la sierra central del Perú. Sustentado en sus investigaciones, hace afirmaciones y formula tesis que, en algunos casos, han generado polémica como aquella referida a la verdadera identidad de Catalina Huanca y a la supuesta alianza entre los huancas y españoles. Sobre éste y otros temas relacionados a su obra y a su vida, Aquilino Castro conversó esta semana con Librosperuanos.com
 

Usted es docente en la especialidad de historia ¿cierto?
Sí, pero también en Lengua y Literatura. Estudié Historia en la Católica y Educación en San Marcos, donde obtuve el grado de profesor, bachiller y doctor.

Cuándo y cómo surgió la inquietud por escribir?
Siendo docente. Cuando recién comenzaba a enseñar en Concepción (Huancayo - Junin), en el Colegio 9 de julio, se me ocurrió componer una pequeña pieza teatral sobre los avelinos, que posteriormente lo hice imprimir en Lima, bajo el título Los Avelinos en la Campaña de Breña (1). Ese fue el inicio. Después, cuando me jubilé, me dediqué exclusivamente a escribir.

¿Y qué pasó con su producción literaria antes de jubilarse?
En el año 1982, con motivo del Centenario de la Campaña de la Breña, publiqué Los guerrilleros de Chupaca en la guerra con Chile (2), que en buena cuenta trata de la Campaña de la Breña. El título ha generado confusión. La gente cree que cree que trata sobre los guerrilleros de Chupaca.

Pero también habla sobre los guerrilleros de Chupaca.
Sí, pero solamente en un capítulo del libro. Trata sobre toda la Campaña de la Breña; por decir, trata sobre Concepción, Pucará y todos los sucesos importantes de la Campaña de la Breña en el centro, con el Mariscal Cáceres. En este caso, tuve cierto éxito. Logré pagar la impresión en la editorial Universo que editó mi libro.

¿Y luego...
Tenía pendiente el material sobre los huancas. En la universidad me enseñaba el doctor Porras Barrenechea. Cuando explicaba encendía tal emoción en los alumnos que al final todos aplaudían. Mi emoción era mayor por ser de la sierra. Hay una frase que me gustó bastante de él. Decía que nuestros pueblos son ricos en historia, pero pobres en historiadores. Esta frase me hizo meditar mucho y me dije ¿qué hago? Debo dedicarme a hacer algo por mi tierra. Y así fue. Una vez que terminé mis estudios en Lima, volví a mi tierra con la intención de escribir sobre los huancas.

¿Logró hacerlo?
Sí. Todo lo que aprendí en la universidad Católica me sirvió de base para escribir el libro de Hanan Huanca (3), que trata de la historia de Huanca alta y de todos los pueblos del valle del Mantaro.

¿Por qué ese nombre?
Le puse Hanan Huanca, porque los Incas habían dividido el Valle del Mantaro en tres sectores: Hatun Xauxa, Hurin Huanca y Hanan Huanca. Sobre Hatun Xauxa habían varios libros de jaujinos. Sobre Hurin Huanca había un estudio de un señor Santibáñez que se llamaba Hurin Huanca, pero sobre Hanan Huanca no había ningún estudio. Entonces, decidí cubrir ese vacío y me dediqué a trabajar el libro que, finalmente, lo hice publicar en la editorial Stela, anterior a Bruño. Salió publicado y tuvo regular acogida, pero más acogida llegó a tener últimamente.

¿Sabe el por qué de esa mayor acogida?
Porque se enfrentaba a los planteamientos del Dr. Waldemar Espinoza. Durante su estadía en la Universidad del Centro, el Dr. Waldemar Espinoza escribió sobre los huancas en su Enciclopedia Departamental de Junín, pero en mi opinión tenía errores en sus puntos de vista. Por ejemplo, decía que los huancas eran aliados de los españoles y enemigos de los incas.

¿No fue así?
Mi visión histórica es diferente. No hubo una alianza hispano - huanca, sino hubo una alianza huanca - inca. Eso lo he probado en el libro Hanan Huanca. Los discípulos de Waldemar Espinoza se quedaron un tanto contrariados por mis planteamientos pero después tuvieron que aceptarlo y Waldemar Espinoza ha perdido espacio en el valle del Mantaro mientras que mi posición ha ido ganando terreno.

¿Hay otro planteamiento del doctor Waldemar Espinoza con el que no está de acuerdo?
Sí, el de la supuesta fundación española de Huancayo que fue cayendo también por su propio peso. Mi libro Hanan Huanca muestra qué sucedió realmente. El escritor Sandro Bossio dice, al respecto, que Hanan Huanca es la que tiene la historia más verdadera, mas sería de los huancas.

¿Qué vino después de Hanan Huanca?
Me dedique a escribir sobre las festividades ritos y danzas del valle del Mantaro, porque veía que todas ellas en el camino de la comercialización, derroche y consumo de cerveza. Me puse a estudiar este tema a fin de defender la originalidad de nuestras danzas y de nuestras fiestas y sobre todo defender el sentido primigenio que tuvieron. La edición de ¡Kayanchiclami! (4) fue un tanto costosa, pero ha tenido buena aceptación. He visto que figura en la bibliotecas de universidades del extranjero. Me dediqué también a esclarecer la figura de Catalina Huanca.

¿La Catalina Huanca de Ricardo Palma?
Sí, don Ricardo Palma la dio conocer en forma magistral pero desde el punto de vista legendario. En mi caso, como tenía documentos sobre Catalina Huanca - en realidad venía a ser doña Teresa Apoalaya-, me dediqué a estudiarla. En el libro que titulo Teresa Apoalaya, la muy poderosa Catalina Huanca (5), publicado en 2005, expongo a esta dama desde el punto de vista histórico. Ahora bien, mi planteamiento ha sido recibido con mucha reserva por mis amigos de Huancayo. En cambio, el. diario El Comercio hizo muy buen comentario a Catalina Huanca con el título de La dama de oro. Espero que otros investigadores me refuten. Sería para mi excelente que lo hicieran, sino mi tesis quedará vigente.

Cambiemos de tema. Hablemos ahora de cómo y cuando empezó a leer. ¿Había en su casa libros?
A mi la lectura me gustó desde niño, tal vez porque mi padre era maestro y porque tuve la oportunidad de que llegara a mis manos revistas como Peneca y Billiken. Luego comencé a leer algunas novelas que mis hermanos habían adquirido, como Viaje al centro de la tierra, Quo Vadis y otras. En esa época salía de la editorial Tor. Eran unas impresiones en blanco y negro, corridas, no tenían ese atractivo que tienen ahora nuestras publicaciones, pero las leía con avidez. Ahí se inició mi interés. Cuando ingresé a la Universidad tenía que leer obligadamente una serie de obras, pero lo hacía con gran placer.

Luego me embarque en el campo de la lectura y tanta fue mi pasión por la lectura que incluso organice dos bibliotecas, una en el Colegio 9 de julio en Concepción y otra en mi pueblo de Chupaca. Aquí organicé la Biblioteca Municipal y le puse el nombre de Jorge Basadre. La fundé con el apoyo de Biblioteca Nacional, que no solamente proveyó los libros sino la parte técnica de la clasificación y la catalogación de los libros. Se hizo una biblioteca estupenda que, por un tiempo, fue modelo. Incluso se llegó a impartir cursos de bibliotecología a las personas interesadas en dirigir bibliotecas. En esa biblioteca trabajé 10 años. Lo dejé para escribir las obras.

¿ Tiene otras experiencias en el campo de la lectura?
Aprovechando la práctica de la lectura que había tenido durante diez años, mi tesis doctoral la hice sobre Los hábitos de lectura en los alumnos del quinto año de secundaria en el Valle del Mantaro y tuvo excelente acogida. Fue aprobada por unanimidad.

¿En qué año hizo su tesis?
No es muy antigua, más o menos de 1986. La sustenté una vez que me había jubilado.

Y de esa fecha a la actual ¿cómo han evolucionado los hábitos de lectura en el valle del Mantaro?
La situación de la lectura es lamentable por dos razones fundamentales: primero, no hay un hábito de lectura en los padres de familia y, por lo tanto, no se trasmite a los hijos. Además, el libro no es tan estimado por la gente ni urbana ni rural, ni siquiera por los adinerados. Consideran que pagar por un libro 50 o 70 soles es botar la plata. Otra razón es que en estos tiempos la televisión e Internet está restando mucho a la lectura. Internet no puede suplir a los libros. El libro hace meditar, hacer reflexionar. Internet no. El libro sigue siendo el rey de la cultura.

¿Qué papel tiene la educación en todo esto?
Bueno, la educación es la actividad que más ha sido maltratada por los gobiernos. Se puede decir que está por los suelos. Basta ver el resultado de las investigaciones de UNESCO: estamos en el penúltimo lugar del mundo. Creo que es urgente replantear la educación en todos sus aspectos. La educación debe ser vista como un apostolado y no ser tan occidentalizada ni vertical. Debería tener un sentido más nuestro y mas autóctono.
 
(1) Los Avelinos en la Campaña de la Breña. (Chupaca - Junín, 1966)
(2) Los Guerrilleros de Chupaca en la Guerra con Chile. (Chupaca - Junín,1982)
(3) Hanan Huanca. Historia de Huanca Alta y de los pueblos del Valle del Mantaro. (Chupaca - Junín, 1992)
(4) ¡Kayanchiclami! ¡Existimos todavía! Festividades, ritos y danzas de los pueblos del valle del Hatun Mayu. (Chupaca - Junín, 2000)
(5) Teresa Apoalaya. La muy poderosa Señora Catalina Huanca. (Chupaca - Junín, 2005)
 

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